estella-lizarra. Pocas veces en la historia Itxako Reyno de Navarra ha tenido el apoyo en las gradas que tuvo ayer, convirtiendo el Lizarrerria en una caldera, y no sólo por el calor ambiental, sino también por los ánimos que llegaban desde las gradas. La afición navarra animó desde el primer minuto, sufrió en el inicio del encuentro y vibró después para salir del pabellón festejando una victoria que no es definitiva pero que permite a su equipo soñar con la final de la competición más prestigiosa del mundo. Foto: r.u.
- Multimedia
- Servicios
- Participación
