Madrid - La selección española femenina inicia hoy, con un difícil duelo ante Rumanía (10.00 horas, Teledeporte), el reto de pelear por los puestos altos en el Mundial que acoge Japón hasta el 15 de diciembre. Una cita en la que el principal objetivo de las de Carlos Viver es asegurar, al menos, la disputa de uno de los Preolímpicos que le permitan volver al país del Sol Naciente en verano para disputar los Juegos.

El campeonato da plaza olímpica solo al ganador, una misión ciertamente complicada para las Guerreras, cuya realidad de los últimos años no les sitúa entre las grandes candidatas a ese preciado botín que allanaría mucho la preparación para la cita de Tokio del año que viene.

Así, desde que el combinado nacional consiguiese su última gran medalla internacional, la plata continental en 2014, se ha quedado muy lejos de los puestos de honor y lo más destacado es su sexta plaza en Río 2016.

En la etapa con Carlos Viver, relevo de Jorge Dueñas en febrero de 2017, España no ha estado en el Top 10 en las dos principales competiciones -Mundial 2017 y Europeo 2018-, una barrera que ahora espera superar agarrado como siempre a sus competitivas señas de identidad para seguir soñando en clave olímpica.

El Mundial de Japón reparte seis plazas para Preolímpicos a las que no optan los actuales campeones continentales (Francia, Brasil, Corea y Angola) ni el anfitrión, ya clasificado, pero que obligará a las Guerreras a dar un buen nivel, ya a partir del mismo inicio porque el comienzo es de una gran exigencia y el grupo no da lugar a muchos fallos.

Para este campeonato, Viver lleva ya un bloque conocido, donde aún quedan seis jugadoras del último podio de hace cinco años (Silvia Navarro, Sandy Barbosa, Nerea Pena, Marta López, Lara González y María Núñez), siete si se cuenta a la lesionada Carmen Martín, una baja de última hora y muy sensible por los goles que aportaba la andaluza desde el extremo.

En cambio, respecto al último Europeo, el seleccionador vuelve a contar con el brazo de Barbosa, que retorna tras ser madre, y tendrá a su favor que el grupo es más experto en el ámbito internacional.

“La selección ha cambiado en que se nota mucha mejoría respecto a los problemas tácticos que tenía el equipo, una evolución. Estamos muy contentos con su evolución y con que haya muchas jugadoras integradas y que conocen el sistema de trabajo”, explicaba Carlos Viver.

La selección debe quedar entre las tres primeras de su grupo, el C, para pasar a la Main Round, que sustituye a los cruces de octavos de final de anteriores años y que complica algo más el recorrido, porque además de las rumanas, hay otras dos selecciones europeas de cierto nivel como Hungría -el segundo rival, mañana, sin apenas descanso- y Montenegro, con la que cerrará la fase, mientras que entre medias estarán dos rivales teóricamente más cómodas como Senegal y Kazajistán.

El debut de hoy se antoja vital para un equipo que viajó ya la semana pasada a Japón para afinar su puesta a punto final. Rumanía es una vieja conocida a la que las Guerreras se han medido en los últimos campeonatos y que está pendiente de conocer el estado físico de su gran referente de los últimos años, la lateral Cristina Neagu.

La mejor jugadora del mundo en 2018 está recién recuperada de la rotura del ligamento cruzado, pero sigue siendo la líder de una Rumanía que fue cuarta en el pasado Europeo. Ahí, ambos equipos se cruzaron con victoria rumana por 27-25, la cuarta en los últimos cinco duelos oficiales. - Europa Press