Se les nota el cansancio. El domingo estaban en Croacia levantando un título mundial de balonmano, tras un sacrificado e intenso verano repleto de torneos y partidos, y ahora toca volver a la rutina. A la realidad. Por delante, Xavi González y Josu Arzoz tienen aún unos días de vacaciones, de respiro, y piensan aprovecharlos al máximo antes de volver a los entrenamientos en Anaitasuna, el club en el que juegan. Cuando regresen, eso sí, será en un estado de felicidad absoluta. No es para menos. Los dos acaban de colgarse una medalla de oro en un Mundial con la selección española juvenil, después de que el pasado año hiciesen lo propio en el Campeonato de Europa. Un éxito incuestionable.

Tras dos intentos anteriores –2011 y 2017–, los juveniles de la selección –comandados por Javier Fernández Jabato y por Alejandro Mozas– se proclamaban por primera vez campeones del Mundo y lo hacían en Croacia, protagonizando además un torneo impoluto en el que no perdieron ni uno solo de los ocho encuentros disputados. Entre los artífices de esta gesta histórica estaban los dos navarros, de 18 y 19 años respectivamente, que si algo han demostrado partido tras partido es el talento, la calidad y el carisma que atesoran.

De ello puede dar buena fe Xavi González (10/12/2004). El extremo zurdo del Helvetia Anaitasuna fue elegido como el mejor del torneo en su demarcación y recibió en la semifinal ante Croacia el MVP del choque por su excelente actuación, gracias a sus 11 goles anotados –cuatro de ellos desde los siete metros–. En el caso de Josu Arzoz (7/05/2004), su intensidad y ardua labor en la faceta defensiva principalmente han sido claves para las victorias de los Hispanos. El pivote zizurtarra, además, es uno de los capitanes del equipo junto a Víctor Romero e Ian Barrufet.

“Cuesta creer lo que hemos conseguido, pero así ha sido. El esfuerzo y el sacrificio se han visto recompensados”

Josu Arzoz - Pivote del Helvetia y de la selección juvenil

“Cuesta creer lo que hemos conseguido, pero así ha sido. El esfuerzo y el sacrificio que llevamos por detrás, todas las horas de trabajo, se han visto recompensadas”, explicaba este miércoles Arzoz en un pabellón Anaitasuna que también pisaron el día anterior para hacerse la foto oficial con el equipo de la Liga Asobal, que compaginarán de nuevo con el Primera Nacional. Igualmente, a su compañero le cuesta asimilar el hito alcanzado: “No somos conscientes aún. Sabíamos que hacíamos historia si ganábamos. La dinámica del equipo ha sido muy buena y creo que el secreto ha estado en que somos una piña. En eso nos insistía mucho el entrenador. Que en vez de ser una selección, fuésemos una piña, un equipo. La base de todo ha sido la confianza y en el campo se demostraba. Todos confiábamos mucho en el que teníamos al lado. Nos llevamos muy bien, hemos creado una segunda familia y eso ha sido fundamental”, comentaba González, respaldado por Arzoz.

Tercer oro en algo más de año y medio

Los jugadores del Helvetia son dos de las promesas con una mayor proyección en el balonmano navarro y Quique Domínguez ya ha contado con ellos para el primer equipo. Xavi González debutó en la Liga Asobal en septiembre del pasado año ante el Ademar de León, mientras que el estreno de Josu Arzoz -cuyos primeros pasos fueron en el Ardoi- fue en febrero en Pontevedra ante el Cisne. 

El buen hacer con el filial de Anaitasuna les ha permitido, además, ser fijos en las convocatorias con los Hispanos, con quienes no dejan de acumular éxitos. Esta vez ha sido el título mundialista, pero en agosto de 2022 fue el oro en el Europeo de Montenegro y meses antes, en febrero, el obtenido en los Juegos del Mediterráneo en Turquía. En el caso de las dos últimas citas, además, invictos en la competición, algo que no es nada sencillo, como bien recuerda el de Zizur: “A veces recibía mensajes de mis amigos que me decían: ‘Sé que vais a ganar, pero mucha suerte’. Yo les contestaba que no se lo creyeran tanto. Que desde fuera parece fácil, pero hay que estar en la pista. Cuando saltas al campo, el partido empieza cero a cero y hay que luchar. Si no das el máximo de ti, los rivales te pueden pasar por encima. Por suerte, con nuestra garra y nuestra pelea hemos demostrado que, si nos quieren ganar, tienen que darlo todo y más”.

“El secreto ha estado en que somos una piña. Todos en la pista confiábamos mucho en el compañero de al lado”

Xavi González - Extremo del Helvetia y de la selección juvenil

Arzoz se muestra “muy orgulloso” de ser capitán de un equipo “que está marcando historia”. “Es algo increíble”, recalca. Un estado de alegría que también comparte un Xavi González exultante por ser elegido mejor extremo zurdo del Mundial y por el MVP ante Croacia, entregado además por David Barrufet, padre de su compañero Ian y embajador de la IHF. “Llevo un año complicado, no había tenido muchos minutos al estar entre el filial y el primer equipo, así que me emocionó mucho. El día de Croacia fue todo bien, ya que en el análisis táctico previo nos dijeron que era un día para que llegaran balones a las esquinas y así fue. La verdad es que son premios individuales que se agradecen y una muestra además de que al equipo le iba bien”, constataba.

Un futuro en el balonmano

González y Arzoz son muy jóvenes aún y todavía les queda camino por recorrer. Madurar deportivamente, como suelen decir los entrenadores. Paso a paso, ya han emprendido el trayecto. El objetivo lo tienen claro. Los dos quieren dedicarse en un futuro a este deporte, que practican desde que eran unos niños.

“Me gustaría llegar a vivir algún día del balonmano”, confiesa el extremo zurdo pamplonés, en cuyo horizonte también está jugar en otro país europeo, donde esta disciplina “es prioritaria”. Sin embargo, como bien subraya, “hay que tener un plan B” y formarse de cara a ejercer fuera de las pistas. González estudia INEF, carrera que empezó en Vitoria y continuará este año en Pamplona. “El día de mañana puedes sufrir una lesión o algo. Mi sueño es el que es, pero hay que tener una base detrás”, insiste.

En la misma línea se expresa Josu Arzoz. “Me encantaría vivir del balonmano, ya sea en España o fuera”, reconoce el zizurtarra, quien cursa un Grado Superior de Físico Deportivo.

Ambos, pese al gran palmarés que atesoran ya y el prometedor futuro que parece aguardarles, tienen los pies en el suelo. Quieren seguir creciendo, formándose en un deporte que les está dando inmensas alegrías y que les ha permitido conocer a compañeros que son casi familia, como bien dicen. Lo que está claro es que Xavi González y Josu Arzoz ya forman parte de una generación de oro que con su talento y trabajo ha pasado a la historia del balonmano.