El GETEC-Arena de Magdeburgo fue este pasado miércoles testigo de uno de los grandes partidazos europeos de balonmano. El equipo anfitrión, el SC Magdeburgo, se citaba con el Barça en la novena jornada de la Fase de Grupos de la EHF Champions League. Los alemanes vencieron por 28-23, provocando así la primera derrota azulgrana en la competición esta temporada.
Pero más allá del encuentro en sí, delicia donde las haya para los amantes del balonmano, el pabellón germano fue el escenario de un reencuentro muy especial, con un fuerte componente navarro. Sergey Hernández, portero del SC Magdeburgo, y Antonio Bazán, pivote del Barça, volvieron a estar juntos sobre una pista, esta vez como rivales, tras compartir durante varios años vestuario en el Helvetia Anaitasuna. Los dos conjuntos ya se habían enfrentado en octubre en el Palau –con triunfo local por 32-26–, pero Bazán no estuvo convocado entonces.
Esta vez, el zizurtarra sí dispuso de minutos en este partido de la Champions, máxima competición de clubes a nivel continental en la que ha debutado este curso –concretamente ante el Kielce–, con la camiseta azulgrana. Una equipación que viste desde agosto, cuando se unió a la disciplina del equipo al estar en Badalona completando su formación médica en el Institut Guttmann. Y no es muy difícil adivinar lo que le comentó a Sergey Hernández al finalizar el choque. Seguro que le dio la enhorabuena por la victoria y, sobre todo, por su brillante actuación, clave en el triunfo del Magdeburgo.
El portero pamplonés fue el gran protagonista de este duelo, con su estratosférico 45% de acierto. Fue un muro bajo los palos y una pesadilla para los atacantes del Barça, que no encontraban manera humana de perforar sus dominios. Estuvo, simple y llanamente, descomunal.
Visita con el Helvetia en 2017
Pero no era la primera vez que Sergey y Bazán –que también han coincidido en torneos internacionales con los Hispanos– jugaban juntos en el GETEC-Arena. Como rivales, sí, pero ya estuvieron anteriormente como compañeros. En concreto, fue en abril de 2017, cuando ambos defendían los colores del Helvetia Anaitasuna. El conjunto pamplonés fue eliminado en los cuartos de final de la entonces Copa EHF por el SC Magdeburgo, en un encuentro de vuelta que perdió por sólo 35-32. En la ida, disputada en Pamplona, los alemanes habían vencido por un contundente 27-34.
El pivote de Zizur Mayor anotó dos goles en la pista germana y Sergey alternó la portería con Henrik Nordlander. En aquel equipo, entrenado por Juanto Apezetxea, también jugaban entonces Álex Garza, Xabi Etxeberria, Álvaro Gastón, Filipe Mota, Bozidar Nadoveza, Carlos Chocarro, Gabriel Ceretta, Miguel Goñi, Mikel Aguirrezabalaga, Erik Balenciaga –quien también triunfa ahora en la Bundesliga, en las filas del MT Melsungen–, Ander Ugarte, Oswaldo Guimaraes o Jokin.
Sergey, ¿al Barça?
Bazán y Sergey compartieron vestuario hasta 2018. Ese año, el portero pamplonés se fue a jugar a Logroño y dos temporadas después cogía las maletas y abandonaba la Liga Asobal para embarcarse en el SL Benfica portugués. Allí permaneció tres campañas –donde coincidió con el navarro Ander Izquierdo– y en 2023 le llamó la que está considerada mejor Liga del mundo, la alemana. En su primera temporada ganó la SuperGlobe –campeonato mundial de clubes–, la Bundesliga y la Copa, un palmarés que espera seguir ampliando.
De momento, si lo hace, será con la camiseta del SC Magdeburgo, donde es uno de los pilares. Pero quién sabe si en un futuro no cogerá de nuevo las maletas. El portal Handball Planet se hacía eco ayer de un posible interés del Barça por el navarro de cara al futuro, para suplir en 2026 la marcha de Emil Nielsen al Veszprem. El conjunto azulgrana, que en 2025 verá también irse a Gonzalo Pérez de Vargas al Kiel alemán, necesita ir atando cuanto antes la que será su portería en breve. Y Sergey Hernández está demostrando –ya desde hace bastante tiempo– que es un perfecto candidato al puesto.