En una competición que no da tregua, con cada uno de los equipos peleando por sus respectivas metas, no hay tiempo ni para lamentaciones ni para alegrías. Por eso el Helvetia Anaitasuna, después de una semana dura anímicamente tras caer ante Guadalajara –rival directo por la permanencia–, ya ha pasado página y se centra en su próximo reto que no es otro que el de este sábado (17.00 h) en el Palau d’Esports ante el Fraikin Granollers. Un rival de los de arriba, con una plantilla que se crece en su ágora, pero que llega a la cita con Europa en su cabeza y eso, quizás, puede hacerle acusar cierto desgaste del que aprovecharse.
La derrota de la semana pasada en casa ante el Guadalajara fue como un bofetón sin anestesia. No sólo se perdió, sino que el equipo exhibió un juego fallón y un ritmo muy alejado del que le caracteriza, algo que su entrenador achaca sobre todo a un “aspecto más mental que balonmanístico”. “Se notaba al equipo más atenazado y ansioso. Nos faltó confianza y frescura”, reconocía este viernes Quique Domínguez, quien calificaba la semana vivida como una de esas “en las que cuesta un poco más levantarse”.
Y es que ese 27-29 sumió al Helvetia en el pozo de la tabla. En uno de los dos puestos de descenso que da vértigo, pero del que espera salir lo antes posible.
Bien es cierto que el rival de este sábado no es el mejor para conseguirlo, pero “es el que toca”. Mientras que en la competición liguera mira alto y viene reforzado por un contundente triunfo ante el Benidorm, en la EHF European League el panorama para el Granollers es distinto. Perdió esta semana en Lucerna (43-42) y el martes tiene un compromiso clave para seguir vivo en el torneo continental también ante el Kriens-Luzern suizo.
“Será un partido duro. Es un equipo que juega y compite bien. Es una pista difícil, un rival muy compacto. Está muy bien trabajado en todas sus líneas, en todas sus fases de juego. Ordenado y estructurado. Comete muy pocos errores y castiga mucho los fallos del rival. Cuesta superarle, porque tiene a unos jugadores creciendo muchísimos y a una referencia clarísima como es Antonio García. Difícil, pero es el que toca. En nuestro ánimo está competirles, hacerle un buen partido, reducir todas esas virtudes y sacar a la luz las nuestras, que es indudable que las tenemos, aunque ante el Guadalajara se viesen menos", explicaba Domínguez, que no cree que Europa pase excesiva factura a los de Antonio Rama. "Está acostumbrado a la doble competición hace muchos años, pero es verdad que son varios partidos en pocos días y puede haber un factor físico. No espero un Granollers relajado ni confiado ni debajo de su nivel. Si luego por el ritmo del partido o la igualdad ellos acusan un poco eso, intentaremos aprovecharlo", apuntaba.
El técnico gallego se lleva a tierras catalanas a Ernesto Goñi, ausente hasta ahora en esta segunda vuelta por lesión. Toda ayuda será poca en una competición en la que "está todo muy apretado". "Hay mucha Liga por delante y muchas oportunidades que se van a dar. Deberíamos dramatizar lo justo e ilusionarnos mucho con lo que viene y con lo somos capaces de hacer", sentenciaba.