La alegría de Lyndie Tchaptchet este domingo en el Palau d’Esports de Granollers era doble. Por un lado su equipo, el Super Amara Bera Bera, ganaba su novena Copa de la Reina, la tercera consecutiva. Segunda para ella. Por otro, este triunfo acaecía ante su exequipo, el Beti Onak. El club en el que creció como jugadora y del que salió en 2023 para fichar por uno de los grandes de la Liga.
Antes del partido se evidenciaba la complicidad entre la pivote navarra y las integrantes del equipo villavés, donde guarda muchas amistades. Una vez iniciado el juego había que ir con todo a por la Copa. Un título que, para ella, “es más especial aún” por el hecho de haberlo peleado contra el club de su pueblo, del que valoraba así su papel en el torneo: “El Beti ha sorprendido a todos. Yo siempre soy muy seguidora de este equipo y ya sabía que en esta Copa no iba a ser menos”, constataba. “Ellas habían ganado al líder de la Liga, al anfitrión y eso te da un poco respeto. Estaban en un grupo en el que no lo tenían nada fácil y han conseguido llegar a la final. Eso era para tenerlo en cuenta”, añadía Tchaptchet, de 20 años, quien apuntaba que, al final, “es verdad que la experiencia de la Copa se ha notado en este partido, porque el Bera Bera lleva jugando finales tanto tiempo que se nota. Pero tienen que estar muy orgullosas de lo que han conseguido, algo histórico, y me alegro un montón por ellas”.
La pivote del Bera Bera aseguraba sentirse “muy feliz” en el club donostiarra, con el que ha renovado para la próxima temporada. “Cuando vienes a un Bera Bera es para luchar por todo. Llevo cinco títulos hasta ahora y nunca me había imaginado conseguirlos en sólo dos años. Queremos más, queremos la Liga y lo queremos todo”, finalizaba.