Es la primera de las tres finales, con mayúscula, que le quedan. El Helvetia Anaitasuna retoma este viernes la competición, tras el parón internacional, ante el Abanca Ademar León en La Catedral (20.30 h), con la necesidad de puntuar para mantener la categoría en la Liga Asobal. Delante un rival de altura, cuyas miras están puestas en Europa, y que como dice el capitán, Aitor García Dúo, vendrá “con el cuchillo entre los dientes”. El pivote navarro, de 24 años, tiene fe ciega en el equipo, en sus compañeros, y en una afición que esta temporada está arropando con fuerza a los suyos. Un apoyo que, considera, va a ser “fundamental” en este tramo final, en el que avisa: “Que nadie nos dé por muertos”.
¿Cómo han sentado al equipo estas dos semanas de parón?
La primera nos sirvió para reducir carga de trabajo, porque llevábamos dos semanas bastante intensas con los partidos ante Bidasoa y Huesca. Esta segunda hemos estado ya a tope. Con sesiones de vídeo, pesas, entrenamientos... Nos ha venido bien la desconexión del fin de semana y de los días previos para afrontar esta recta final con todas las fuerzas y con todas las energías.
¿Se ha quitado el mal sabor de boca, por decirlo así, del encuentro en Irun?
Fue mal sabor de boca porque nos fuimos sin puntuar de allí y teníamos una opción para hacerlo muy buena, pero también nos fuimos muy contentos por cómo fue el partido. La sensación que me dejó el encuentro es que todos hicimos lo que teníamos que hacer. Los 16 jugadores que estuvimos fuimos importantes en algo para hacer el partidazo que hicimos. No conseguimos los puntos, pero salimos muy reforzados del Artaleku. Sobre todo para la confianza.
Es verdad que ha habido choques en los que Anaitasuna ha estado más desacertado, Villa de Aranda por ejemplo, pero en estos dos últimos, con victoria ante Bada Huesca y con derrota contra Bidasoa, ha mostrado una muy buena versión.
El equipo ha vuelto. Es cierto que estuvimos unas jornadas como muy dormidos. Como si la cosa no fuera con nosotros. Y nos dimos cuenta de que las oportunidades se estaban acabando. O espabilábamos o iba a terminar mal esto. Gracias a esa labor mental en la que tantas horas metemos, al apoyo también de los Hools –parte de la afición del equipo que se ubica en una de las esquinas del pabellón–, algunos de los cuales entrenan con nosotros, nos hemos dado cuenta de la situación y de que nos estaba faltando un poco más de querer. Más ambición y no sólo de juego, que también, sino algo más anímico, sentimental.
Quedan tres finales ante Ademar, Torrelavega y Cangas. ¿Es de los que hace cuentas?
No. Para nada. No hago ni mirar otros calendarios. Si fuésemos los últimos y dependiésemos de otros resultados, igual sí que estaría más pendiente. Pero como dependemos de nosotros mismos, la verdad es que no pienso en lo que ocurra en otros sitios. Me centro en el partido que tenemos cada semana y no me voy mucho más allá.
Y el de esta semana es ante el conjunto leonés. Un partido, creo, en el que tendrán que echar mano de mucho corazón y más aún de cabeza.
La verdad es que los partidos ante el Ademar en los últimos años se han vuelto de alto voltaje. Desde que estoy en Asobal, los recuerdo con mucha pasión, con tensión y con mucho corazón sobre todo. En los últimos años no se les ha dado muy bien esta pista, aunque tampoco voy a escupir para arriba, a ver si me va a caer (sonríe). Creo que no están cómodos con nuestra forma de jugar. Y es verdad que le tenemos que poner mucho corazón y también cabeza, que la hemos puesto, y mucho, en los últimos partidos. Lo que hemos preparado lo hemos seguido a rajatabla. Esa combinación de corazón, cabeza, querer, la táctica, la calma en momentos importantes, en malos parciales o en buenos va a ser fundamental.
"No hago cuentas. Ni miro otros calendarios. Dependemos de nosotros mismos, así que no pienso en lo que ocurra en otros sitios"
¿Qué partido espera, con un rival con ganas de Europa?
Aquí cada uno viene con sus intereses. Nosotros luchamos por mantener la categoría y ellos por entrar en Europa. Van a venir con todo, con el cuchillo entre los dientes. ¿Que no va a ser un partido fácil? Ninguno lo es en Asobal. Será duro, pero tengo mucha confianza en el equipo y ojalá salga un resultado positivo.
De los tres encuentros que quedan, dos son en casa. Antes ya ha mencionado algo. Qué importante va a ser tener a la afición de lado en este tramo final.
Fundamental. Este año no sólo los Hools sino el pabellón entero ha dado un paso adelante. Se caracterizaba por ser muy frío, pero el hecho de que seamos tantos jugadores de casa y tantos canteranos hace que la afición se sienta muy identificada con nosotros. Vienen padres y madres que nos han visto desde bien pequeños correteando por Anaita y se ha generado un vínculo entre jugador y aficionado que otros años no ha habido. Pero es que además ha hecho ruido todo el mundo. Ese apoyo va a ser importantísimo para sacar los puntos en casa.
Oyéndole hablar, que nadie dé por muerto a este equipo, ¿no? Quedan tres jornadas y van a dar guerra.
Sí, sí, sí... Que nadie nos dé por muertos. Este equipo no está descendido ni muchísimo menos. A día de hoy estamos fuera de esos puestos, estamos en promoción. Además, dependemos de nosotros mismos. Y la gente es muy positiva con la situación. Nadie sabe cómo va a terminar esto, pero en el vestuario tenemos una mentalidad muy positiva.
El mensaje es claro para la afición. Como capitán, ¿qué le dice a ese vestuario?
Durante la temporada he notado que al ser un equipo tan joven, con menos experiencia que otros, muchas veces faltaba un poco de perrería, de veteranía, de trucos... Pero me he dado cuenta, ayudado además por otros excapitanes como Chocarro, al que he llamado para preparar estas situaciones, de que ese no era el mensaje que había que transmitir. Nosotros no somos ese tipo de equipo. Yo les digo que jueguen con el corazón. Todos estamos aquí, tenemos un nivel y a ninguno nos ha regalado nadie nada. Tenemos nivel de sobra. Jugad como sabéis y ponedle corazón.