El perfume es una de las elecciones personales que más nos definen; dice mucho de nuestra personalidad y su aroma se convierte en nuestra seña de identidad. Si alguna vez te has rociado una fragancia con la que no te has sentido cómoda, la experiencia te habrá resultado desagradable, así que tómate tu tiempo cuando vayas a elegir una nueva.
En líneas generales, los expertos señalan que hay un tipo de fragancia para cada mujer. Así, recomiendan perfumes con aromas cítricos para mujeres sencillas y deportistas; florales, para las más románticas; frutales, para mujeres tímidas y coquetas; frescos, para las más divertidas, y orientales, para quien busque un toque de sensualidad.
Si hablamos de precios, hay fragancias más asequibles y otras más caras que desprenden un extra de glamour. En otra liga diferente compiten los perfumes de lujo, que destilan elegancia y sofisticación y que solo están al alcance de unos pocos privilegiados.
La calidad de sus ingredientes (materias primas naturales), su costoso proceso de producción (elaborado por profesionales durante años), su duración (perdura más tiempo), la marca (firma de lujo) y la exclusividad del producto (único), sin olvidar el frasco que lo contiene, muchas veces una delicada y exclusiva joya, hacen de ellos un capricho inalcanzable para los bolsillos más modestos.
Así, comprar un perfume caro es invertir en lujo. Los más exclusivos son auténticas obras de arte, elaborados con ingredientes especiales y costosos y envasados en botellas lujosas y decoradas con detalles sorprendentes, en definitiva, una experiencia sensorial única. A continuación mostramos algunos de los perfumes más caros del mundo.
Shumukh (1.150.000 euros)
Es actualmente el perfume más caro del mundo. Se vende en Dubai en tamaño XL de 3 litros y es una mezcla perfecta de almizcle, rosa turla y sándalo. Su aroma es unisex y perdura 12 horas sobre la piel y hasta 30 días en la ropa. Combina exquisitos ingredientes como madera de agar de la India, sándalo, almizcle y rosa turca. El envase es de cristal de Murano y está decorado con 3.571 diamantes, perlas, topacios, más de 2 kilos de oro de 18 quilates y hasta 5 kilos de plata pura. En él pueden observarse elementos decorativos como un halcón, caballos, rosas y un globo terráqueo. Una auténtica obra de arte digna de exposición que de hecho se erige sobre un soporte de cuero acolchado de casi dos metros de altura controlado por un mando a distancia.
DKNY Golden Delicious (930.000 euros)
El precio no se debe tanto a su fragancia, perteneciente a la familia olfativa de almizcle floral amaderado para mujeres, sino al frasco. Este tiene forma de manzana, está tallado en oro blanco y amarillo y lleva 2.909 piedras preciosas de todo el mundo (entre ellos 2.700 diamantes blancos y 183 zafiros amarillos) que forman la silueta de Manhattan. Las piezas fueron colocadas a mano y en el proceso se tardó 1.500 horas.
Clive Christian Nº 1 Imperial Majesty (200.000 euros)
Solo se pusieron a la venta diez unidades y su exclusividad no radica principalmente en su aroma único, perteneciente a la familia olfativa amaderada especiada para hombres. Se trata de una versión de Clive Christian Nº 1 en un frasco adornado con una piedra preciosa blanca de 5 quilates en el cuello y englobado en una banda de oro de 18 quilates.
Baccarat Les Larmes Sacree de Thebes (6.400 euros)
Su aroma seductor, refinado y femenino es una mezcla de mirra, incienso, canela y otros ingredientes exóticos. La botella, un envase exclusivo hecho a mano en forma de pirámide con incrustaciones, es en sí misma una obra de arte. Creada por la casa de cristalería fina Baccarat, la botella es rica en detalles que evocan al antiguo Egipto.
Chanel Gran Extrait (3.900 euros)
Este aroma fue anunciado como la forma más rara y más pura del original Chanel Nº 5 que Coco Chanel lanzó en 1921 como símbolo de la esencia de la feminidad. Único e intenso, este perfume es una fragancia abstracta con un aroma empolvado a flores con notas sensuales de neroli de grasse, la rosa de mayo y el jazmín de grasse. El frasco de este perfume refleja la forma de un diamante masivo y es una obra de arte en sí mismo.
