Estamos acostumbrados a ver todo tipo de cosas en las rotondas, con esculturas que tan pronto representan a un dinosaurio como a un grifo, una patata, un pavo o un avión. Otras, más típicas en calles urbanas, suelen tener fuentes en su interior, y algunas se iluminan de colores. Y en una de ellas un conductor ha acabado dentro del agua con su vehículo.

Ha sucedido en la localidad madrileña de San Martín de la Vega, donde este jueves una furgoneta terminó semisumergida en las aguas iluminadas del centro del municipio. La Policía Local acudió a realizar el atestado y efectuó la prueba de alcoholemia al conductor, que triplicó la tasa máxima permitida: 0,62 mg/l.

El propio cuerpo policial ha bromeado en su cuenta de Twitter con el suceso. “Hay coches diésel, gasolina, eléctricos, híbridos… Pero por el momento no los hay acuáticos". Y ha recordado lo de siempre: “Al volante, ni una gota de alcohol”.