Tal y como así lo indican algunos de los datos de un estudio realizado por el doctor en Filología, Xabier Erize, y el doctor en Sociología, Carlos Vilches, en el marco del convenio entre Eusko Ikaskuntza y el Gobierno de Navarra, el 63% de la población navarra es favorable o muy favorable a la promoción del euskera.
Y es que el euskera es historia y es riqueza cultural. Un idioma que, a priori, no pertenece a ninguna familia lingüística conocida y que se ha llegado a comparar con el antiguo íbero y lenguas del Cáucaso. Según datos del Nastat (Instituto de Estadística de Navarra), 175.000 personas tienen conocimientos de euskera en la Comunidad Foral, lo que equivale a un 26,7% de la población total. Este dato aumenta cuando hablamos de población joven. Y es que cerca de la mitad de los jóvenes entienden y/o hablan la lengua vasca en Navarra. Un idioma que, tal y como se ha podido ver, cruza fronteras.
La relación de un pueblo de Andorra con el euskera y Navarra
Con más de 4.700 visualizaciones y más de 100 me gustas, la publicación de la creadora de contenido Andrea Regadera, con nombre de usuario @regaderafoodie, quien cuenta con más de 39.000 seguidores en Instagram y más de 32.000 en TikTok, no ha dejado a nadie indiferente. En ella, Andrea plantea la siguiente cuestión: "¿Un pueblo vasco en Andorra?".
"Este pueblo de Andorra podría haber sido vasco. Se llama Bixessarri y los investigadores creen que su nombre podría derivar del euskera, ya que su uso ha estado encomendado a los Pirineos en la Edad Media, y la verdad es que no se parece a ninguna palabra catalana. Yo no sé si es cierto, pero lo que sí que sé es que es un pueblo súper bonito, tranquilo y sin turistas", relata la creadora de contenido.
Una localidad que se sitúa en Sant Julià de Lòria y que no llega a los 50 habitantes. "Su sencillez y la estética típica de un pueblo de montaña hacen que el lugar desprenda una magia especial y que nos deje imágenes tan maravillosas como estas. Todas las casas del núcleo son de piedra y los tejados de teja oscura. Por lo tanto, conforman un paisaje de tonos marrones que combina a la perfección con el verde intenso que rodea la zona durante los días de primavera y verano. Además, el núcleo está situado junto al río de Os y dispone de diferentes puentes y barandillas de aspecto románico que se han podido conservar a lo largo del tiempo", relatan desde la guía turística GuiAND.