La lamentable reacción de un repartidor para evitar tocar una bandera LGTBI

Sucedió en septiembre, pero se ha hecho viral en los últimos días, un mes después, tras haberse compartido en las redes sociales, que multiplican el alcance de casi todo lo que pasa por ellas. Los propietarios de una casa a buen seguro que se quedaron estupefactos al revisar la cámara de seguridad instalada en la puerta de su domicilio, algo muy habitual en las viviendas unifamiliares de Estados Unidos.

El repartidor y la bandera

En la entrada a su casa, antes de llegar a la puerta, tienen colgadas dos banderas: la estadounidense (muy americano) y la arcoíris que representa a la comunidad LGTBI. Pues bien, un repartidor tenía que dejar un paquete en esa vivienda y resulta que había mucho viento y la bandera LGTBI ondeaba justo ocupando el espacio que tenía que atravesar el hombre para acceder hasta la puerta.

Se ve que el repartidor era bastante intolerante porque no quería ser tocado por esa enseña arcoíris, pero la bandera pudo más que sus fobias y terminó rozándolo cuando él se dispuso a entregar el paquete. Una vez lo dejó en el suelo tenía que volver a pasar por el mismo sitio, pero esta vez fue un poco más inteligente y se le ocurrió agacharse para que el temible trozo de tela no lo tocara, no vaya a ser que le contagiara una enfermedad o lo convirtiera en homosexual, que para él probablemente será lo mismo.

Se limpia el jersey

Lo más lamentable es ver cómo, una vez atravesada, esta vez con éxito, la bandera, se limpia el jersey como si así pudiera librarse de la influencia que el arcoíris pudiera haber ejercido sobre sí mismo o para reflejar el asco que le había dado entrar en contacto con un símbolo de libertad y tolerancia.

Tras ello, aún le quedaba hacer una foto de dónde había dejado el paquete, para justificar que lo había entregado. También lo hizo con mucho cuidado de que el viento no provocara que la bandera lo volviera a tocar.

El vídeo ha sido compartido en la red social X (antes conocida como Twitter) y acumula nada menos que 20 millones de reproducciones. También ha generado más de 5.000 comentarios, en los que se destaca la exagerada homofobia del hombre ante un simple trozo de tela cuando nadie le ve. Alguno incluso se plantea qué hará cuando después de llover sale el sol y aparece el arcoíris, si también huirá para evitar entrar en contacto con él.