Hace cuatro meses los polacos pusieron fin con sus votos a dos legislaturas (ocho años) con la ultraderecha en el poder. Si bien de nuevo el partido más votado fue el ultraconservador Ley y Justicia (Pis), esta vez Mateusz Morawiecki no fue capaz de formar gobierno al sumar menos escaños que la oposición liberal, que se organizó para que el centrista Donald Tusk asumiera el poder.

Terminaban así ocho años de políticas contrarias a la Unión Europea, lo que les ha ocasionado más de una sanción y congelación de fondos europeos y también de ataque a la comunidad LGTBI. De hecho, Polonia llegó a crear “zonas libres de ideología LGTBI” y el presidente de la República, Andrzej Duda, afirmó que la “ideología LGTBI” era peor que el comunismo. Todo ello llevó a Bruselas a abrir expediente a Polonia (también hizo lo propio con Hungría) por su hostigamiento a esta comunidad.

Con el cambio de Gobierno, que se materializó a mediados de diciembre, se produjo una importante renovación de cargos en la cúpula de los medios de comunicación públicos, entre ellos la televisión (conocida por sus siglas, TVP), en la que en el año 2020 se llegó a afirmar que España vivía “bajo la dictadura de la ideología LGTBI”, que “se apropia de los niños españoles” a los que adoctrina y lleva a una “sexualización forzada en las escuelas”.

El cambio en la televisión pública polaca ha sido notable y hace unos días se vivió en ella un momento que ha traspasado las fronteras. Por primera vez en ocho años la cadena invitaba a dos activistas LGTBI, Maja Heban y Bart Staszewski, para ser entrevistados en directo por uno de los rostros más conocidos de la televisión de ese país, Wojciech Szelag.

Antes de arrancar la charla, el periodista quiso dirigirse a ellos y a toda la comunidad que representan y, después de presentarlos, los sorprendió con las siguientes palabras: “Antes de que empecemos a hablar me parece que debería decir tres cosas. Durante muchos años, en Polonia se han dirigido palabras vergonzosas a muchas personas simplemente porque habían decidido identificarse con quienes son y con a quién aman. Las personas LGTBI no son una ideología, sino personas que tienen sus nombres, rostros, familiares y amigos. Todas esas personas deben escuchar la palabra ‘perdón’ en algún sitio. Aquí es donde pido disculpas”, terminó Szelag, que recibió inmediatamente el agradecimiento de los activistas.

El propio Staszewski quiso compartir el vídeo del momento en sus redes sociales y aseguró estar impactado. "Estaba sentado allí y escuché cómo al periodista le temblaba la voz. Se disculpó después de años de retratar a las personas LGBT como una amenaza para la nación polaca en el mismo estudio. Me conmovió. La disculpa es una parte importante de la reconciliación. Esta es Polonia por la que quiero luchar... Gracias...", escribió.