Javier Aguirre (México DF, 1 de diciembre de 1958) habla con gusto y con chispa de su paso por Osasuna. Uno de los mejores entrenadores de la historia club, con tan solo cuatro años en el banquillo - de 2002 a 2006-, tiene recuerdos muy vívidos de su paso por el conjunto navarro, en donde rememora también que fue jugador -trece partidos en la campaña 1985-86 hasta caer lesionado de gravedad en el mes de octubre y no jugar más-.

“Puede parecer una anécdota, pero no creo que haya habido muchos jugadores que hayan sido entrenadores de Osasuna y para mí esto es un orgullo”, afirma. “Y siendo mexicano, viniendo del extranjero, creo que es algo más significado”.

“El mejor servicio que le pude hacer a Osasuna fue romperme la pierna para que ficharan al bueno de Michael (Robinson)”, bromea. “Fue un partido con el Sporting en El Sadar y en un choque con Ablanedo (el portero) me rompí la pierna. Tenía contrato con Osasuna pero entendí que Ezcurra me pidiera que dejara mi dorsal para que pudiesen fichar a otro jugador. No hubo ningún problema porque lo entendí perfectamente. Robinson trajo a la siguiente temporada a su amigo Samy Lee para jugar en el centro del campo. Tenía la opción de quedarme sin dorsal y cobrando, cosa que no va con lo que yo pienso, o salir cedido a un equipo de Segunda División. Decidí irme a México, jugué seis años más -en el Guadalajara- y me retiró. Dieciséis años después volví a Osasuna como entrenador”.

Aguirre considera que su paso por el club navarro ha sido determinante para su carrera, rica en experiencias en banquillos por todo el mundo. “Osasuna me abrió las puertas a Europa y al fútbol internacional”, sentencia. “Yo había jugado en los Estados Unidos -en Los Ángeles Aztecas (1980)- y también salí a Osasuna. Jugué partidos con mi selección -participó en el Mundial de México 1986-, pero como entrenador, Osasuna me las abrió. La Liga española se ve en todo el mundo. En Perú, Canadá, Uruguay o Japón, y en esos cuatro años en Osasuna se me abrieron muchas posibilidades. Estando en Osasuna, la UEFA me eligió mejor entrenador del año en España (2006) y eso me abrió las puertas primero del Atlético de Madrid, después en selecciones de todo el mundo, también en equipos extranjeros. He tenido la oportunidad de volver a la Liga española a entrenar otros clubes... Pero todo el inicio estuvo en Osasuna”.

De su estancia en el equipo y en la capital navarra tiene gratos recuerdos. “Me fui a Pamplona con mi mujer y con mis hijos. Mi mujer me apoya siempre y fíjate se vino conmigo a El Cairo... En Pamplona estuvimos muy a gusto. Disfrutamos de la ciudad y de lo que ofrece. Navarra es una tierra que te lo da todo. Su gastronomía, la gente, la forma de vivir. Estuvimos cuatro años de maravilla, pero también creo que se cumplen los ciclos y hay que saber cuándo terminan”.

Javier Aguirre recuerda que se cruzaron dos circunstancias que le llevaron a tomar la decisión de marcharse de Osasuna. “Ya le comentado en su momento al presidente -Pachi Izco- que quería entrenar al Atlético de Madrid. Tenía esa ilusión. Yo había estudiado en Madrid, me preparé ahí para ser entrenador y el Atlético de Madrid siempre me había gustado. Por la marcha deportiva en Osasuna se dio la oportunidad y la agarré”.

“El otro hecho por el que me marché es porque un equipo necesita un cambio después de un tiempo y cuatro años es un periodo suficiente”, continúa. “Se desgasta la figura del entrenador y, o cambias al míster o cambias a quince jugadores, que es más difícil. El jugador te conoce tus enfados, tus sentimientos, tus sistemas, cuándo estás de mal humor, lo que vas a hacer... Me marché de Osasuna y creo que nos hizo bien el cambio a los dos”.

Es inevitable asociar al extrenador rojillo con encuentros de rompe y rasga -los enfrentamientos con el Sevilla de Caparrós y lo que se cocía en la banda del Sánchez Pizjuán y se oía en los vestuarios daría para mucho-, pero sobre todo con la Copa del Rey de 2005, la única final de Osasuna en cien años. “Nos metimos en la final, pero creo que el año anterior llegamos a las semifinales”, recuerda. “Era una competición que nos gustaba, el equipo se sentía bien y El Sadar a doble partido pesa mucho, como lo hace ahora y lo ha hecho siempre. Fue una pena perder ese encuentro, pero el Betis era un equipo poderoso, que quedó cuarto en la Liga y tenía muy buenos jugadores. Jugar la final nos permitió clasificarnos para la Copa de la UEFA, pero nos tocó un rival difícil y no pasamos de ronda. La primera experiencia europea en muchos años resultó muy difícil y nos pasó factura. Pero ya empezamos a tener hombres importantes en el equipo, como Pablo García, Raúl (García) que estaba consolidándose, Richi (Ricardo, el portero), la base de navarros, que siempre ha sido y será fundamental”.

Aguirre, de todos modos, saca a relucir dos partidos para él fundamentales en su trayectoria en Osasuna. “De todos los encuentros que dirigí, hay dos que para mí tuvieron mucha trascendencia y los dos fueron contra el Valecia”, relata. “En mi primera temporada en Osasuna, llevábamos seis derrotas en nueve partidos y yo ya estaba oyendo que no iba a comer el turrón en Pamplona. Le dije a mi mujer que fuese preparando las maletas, que en cualquier momento nos teníamos que ir”, se ríe. “Venía el Valencia campeón con Rafa Benítez en el banquillo, un partido dificilísimo. Pero supimos competir y con un gol de Iván Rosado ganamos y nos salvó, me salvó el cuello”.

“El otro partido con el Valencia fue en mi último año”, continúa su explicación. “Nos jugábamos en El Sadar la clasificación para meternos en la Champions y también ganamos. Hicimos un gran encuentro ante un Valencia con Cañizares, Ayala y compañía. Ganamos y nos fuimos directamente a la Plaza del Castillo, parecía San Fermín, fue algo muy bonito”.

El extécnico rojillo tiene palabras de reconocimiento y afecto con todos los jugadores. “Fíjate los nueves que llegamos a tener en el equipo: Aloisi, Chengue, Webó, Savo (Milosevic), mucha pólvora”, recuerda. “Tengo buen recuerdo de todos los jugadores, no tengo problemas con ninguno de los 45 ó 50 con los que trabajé. Me encuentro con ellos en la calle, y no hay problemas para que nos demos un abrazo. Tuve buenos jugadores que llegaron de fuera, pero la cantera siempre ha sido fundamental en Osasuna. Recuerdo alguna vez, contando a los canteranos que había en el vestuario para algún entrenamiento, que salían hasta 18 jugadores. Que haya hombres de la casa es muy importante para el apoyo al entrenador y más en Osasuna. Yo tuve la suerte de contar con gente como Sanzol, Josetxo, Cruchaga, Mateo, Palacios, Puñal, Alfredito, que no era de la cantera, pero que era uno más en esa labor que hay que hacer con la gente que llega”.

Aguirre dice que mantiene su vinculación con Pamplona porque tiene muchos amigos -”me quedé unos días hace un tiempo cuando estuve haciendo el camino de Santiago”, afirma- y lanza una reflexión optimista cuando se conmemora el centenario y parece que lo que prima es echar la vista atrás. “El futuro de Osasuna es maravilloso”, afirma. “Arrasate es un entrenador excelente que está con el equipo desde la Segunda División y ascendió con él y eso es que está haciendo bien las cosas. En Primera, está realizando un trabajo excelente. Me tocó enfrentarme a él con el Leganés y lo pasamos mal, aunque también tuvimos mala suerte cuando jugamos ahí”.

“Con el nuevo estadio, con el apoyo de la afición que siempre está con el equipo, El Sadar va a seguir siendo un fortín, Osasuna va a ser fuerte en casa. El equipo tiene bastantes chavales que han salido de la cantera, capitanes de la casa que saben lo qué es Osasuna. Tienen buenos extranjeros y Jagoba es un gran entrenador. El futuro es bueno”.

El entrenador. Javier Aguirre dirigió a Osasuna cuatro temporadas, de 2002 a 2006. El equipo jugó una UEFA y la final de Copa del Rey (2005).

Arrasate. "Es un entrenador excelente. Lleva con el equipo desde Segunday está haciendo las cosas bien".

Jugadores. "Tiene jugadores que son de la casa y saben lo que es Osasuna. También buenos fichajes".

"Mis dos partidos fundamentales en Osasuna fueron con el Valencia, en el primero salvé el puesto y en segundo nos metimos en Champions"