bilbao - El destino, ese intangible etéreo e inasible, es capaz de sostener cualquier idea. No fue el destino el que arrancó el dorsal de Sergio Henao del equipo que presentaba para el Giro el Sky, sino el pasaporte biológico. Por la ausencia del colombiano entró Mikel Nieve, que apuntaba al Tour, a la carrera italiana. El leitzarra, algo corto de forma en la primera semana, se alistó para colaborar con Mikel Landa en el asalto del Giro, sobre todo a partir de la segunda semana de competición. El destino o una gastroenteritis vírica quiso que a Landa se le apagara el Giro antes de tiempo. Nieve junto a David López asistió a la penitencia de Landa. Sin el murgiarra el Sky tuvo que improvisar otro plan. “A todos nos entristeció que Mikel tuviera que dejar la carrera. Después del abandono de Landa, el objetivo del Giro se vino un poco abajo y ahora era ganar etapas. Hoy (por ayer) fue posible, lo intentamos y se ha conseguido. Estamos muy contentos”, analizó el leitzarra.
Nieve, que obtuvo un triunfo sobresaliente en 2011 en el Giro, al vencer la etapa reina con final en Gardeccia tras un suplicio de siete horas, anunció que tratará de dar continuidad al laurel de Cividale del Friuli. “Por qué no intentarlo otra vez. Hemos ganado hoy (por ayer) y mañana (por hoy es duro otra vez. Lo intentaremos en todas las etapas de montaña y también en las llanas porque ese es nuestro objetivo”, dijo Mikel Nieve. Confesó el ciclista navarro que se había sentido “bien durante los últimos días. Quería intentarlo y lo he conseguido. Es muy bueno de cara a la moral”.
El que también alimentó su moral fue Andrey Amador, nuevo líder del Giro de Italia en la antesala de una de las etapas más duras de la carrera. El costarricense, compañero de Valverde, reconoció que “ni siquiera esperaba poder conseguirlo en esta etapa, después de haber atacado mucho en las anteriores para conseguirlo. No soy un escalador puro y para mí esto es un grandísimo logro del que estoy muy orgulloso”. - C. Ortuzar