El pentacampeón del Tour de Francia (1991-1995) y doble ganador del Giro de Italia (1992-1993), Miguel Induráin, aseguró tras la presentación de la marcha cicloturista La Induráin que “este sábado haré la Quebrantahuesos para prepararme”. “Tengo especiales ganas porque no la he hecho nunca, pero creo que es muy buen test”, manifestó el navarro

Por otra parte, el de Villava señaló que “merece la pena disfrutar del Tour, tanto por el enorme espectáculo como porque nos queda, prácticamente, en la puerta de casa”.

“El ciclismo, al igual que el deporte en general, ha cambiado y se ha abierto mucho más. Son etapas más cortas, explosivas y con menos contrarreloj. Ahora hay equipos más internacionales y antes igual te quedabas más en los equipos de casa por cercanía y forma de entenderte”, opinó sobre el momento que vive el deporte de dos ruedas.

Respecto a su objetivo durante esos los años en los que consiguió el doblete (1992 y 1993), el pentacampeón de la vuelta gala reconoció que “el objetivo era el Tour, y en el Giro podía implicarme más o menos en función de cómo iban las cosas. Tuve la oportunidad de meterme en la pelea y esos esfuerzos también hicieron mella”. “Aquel doblete de hace 30 años fue una intensísima batalla. Los italianos pelearon mucho tanto en el 92 como en el 93, y me costó muchísimo sacarlo adelante”, apuntó el bicampeón del Giro.

“En el Tour pagué todo el esfuerzo que me había dejado en el Giro, además que caí enfermo porque me enfrié entrenando en mitad de la vuelta. Esos últimos días del Tour del 92, con aquel final en Tourmalet, fueron realmente duros”, expuso el navarro. 

Por último, Induráin recordó con nostalgia esos “buenos momentos, como la salida del Tour, el ambiente previo y la profesión en sí, pero luego cuando ves las subidas que tiene este año, con la tensión que suele haber y demás, pienso que estoy más tranquilo viéndolo por la televisión”.