El altsasuarra Iker Mintegi, de 20 años, comenzó su trayectoria en el CC Burunda, pasando después por las categorías inferiores del club de Sakana para posteriormente ascender a aficionados con con el Laboral Kutxa, de la Fundacion Euskadi.

Finalmente dará el salto al profesionalismo con Euskaltel Euskadi la próxima temporada. Actualmente es segundo en el Torneo Euskaldun y recientemente ganó la última etapa de la Vuelta a Navarra.

¿Con qué ilusión sube al Euskaltel Euskadi?

Bueno, pues con la ilusión de cumplir un sueño. Al final siempre he pensado en ser profesional, ahora se da la ocasión y tengo muchas ganas de afrontar la próxima temporada.

¿ Ha podido hablar con algún compañero de Euskaltel Euskadi sobre cómo es el equipo?

No, no sé nada. Ha sido cosa de las últimas semanas y de momento tengo que acabar este año con el Laboral Kutxa. Así que no me preocupa.

Dar el paso al profesionalismo no es algo sencillo, ¿qué méritos ha hecho para llegar hasta ahí?

Desde que entré en el Laboral Kutxa, en el filial del Euskaltel Euskadi, he ido dando pasos adelante. El primer año estuve de gregario. En el segundo también, pero si había ocasión disputaba carreras. Y ya este último año creo que he dado un salto de calidad: he estado disputando, prácticamente, todas las carreras. Ha sido una progresión de un año muy buena.

Tras un año sobresaliente con el salto al profesionalismo, ¿qué objetivos tiene para el futuro?

El principal era dar el salto a los profesionales y el siguiente será, poco a poco, adaptarme lo antes posible a la categoría, hacer lo que el equipo pida y hasta lo que pueda.

¿Cómo se define como ciclista?

Todavía está por ver, pero me defino como completo: subo bien, bajo bien, en el llano me defiendo y este año en el sprint también me estoy defendiendo bien.

Para terminar, ¿qué ídolos de la infancia tiene y por qué?

Tampoco he tenido muchos, pero uno que me gusta es Thomas de Gendt por su capacidad de estar siempre escapado y de luchar contra el pelotón.