Aunque los pronósticos meteorológicos anunciaban lluvia, se equivocaron y los 525 bikers que participaron este domingo en la Travesía BTT de Altsasu pudieron disfrutar de los montes que rodean la villa por pistas, senderos, bosques, ríos y calzadas centenarias, naturaleza en estado puro en esta primavera todavía más verde. Para ello había dos opciones, la larga, de 55 kilómetros y un desnivel de 1.180 metros y otro de 43 kilómetros, de 630 metros de desnivel. Y es que se suprimían los dos principales escollos de esta prueba no competitiva, las subidas a Intsusburu y Auntzetxe de Olazti. Así, en realidad había cuatro recorridos a elegir. La mayoría hicieron la larga. “El año pasado incluimos la calzada de Bernoa y gustó mucho. Pero estaba al final y algunos llegaban sin fuerzas. Por ello, este año iba al principio”, explicó José Antonio Imaz, responsable de esta prueba, la decana de Navarra con 27 ediciones.

La salida fue desde la explanada Iortia en vez de la plaza. Y es que en Gure Etxea había mesas electorales. A través de pistas rápidas, el pelotón atravesó la parte baja de Urdiain, Iturmendi y Bakaiku hasta Etxarri. De allí se tomó el itinerario de los robles milenarios para coger la calzada de Bernoa. En este punto se dividían las dos opciones, subida a Intsusburuo o continuar hasta Urdiain para entrar en Altsasu por San Pedro y continuar por Sorozarreta Orobe y Ameztia, donde estaba el segundo corte.

Esta pasada noche ha llovido mucho y había zonas con mucho barro, sobre todo entre Bakaiku y Etxarri, y se ha atascado un poco la gente pero luego ha rodado bien. Estamos muy contentos porque no ha habido percances reseñables y la gente ha disfrutado”, destacó Imaz, al tiempo que puso en valor el trabajo de unas 80 personas voluntarias.