Chente García Acosta, director deportivo del Movistar, anticipó el planteamiento de su equipo en una Vuelta en la que de inicio no va a ir a por la clasificación general. “Para nosotros no son 21 días, van a ser 21 clásicas”, afirmó. “Primero a ver qué tal vamos. Hoy Orluis (Aular) nos ha dado una alegría con su tercer puesto en la etapa y esperamos que nos dé otra alegría”.
Sobre el equipo que han presentado en la salida de Turín, tras la baja de su líder natural, Enric Mas, por una tromboflebitis que le obligó a abandonar el Tour, se mostró rotundo: “Son los mejores. Nos ha tocado esto y hemos dejado en casa a gente como Nelson Oliveira por la forma que vamos a correr en la Vuelta”.
“Creo que tendremos oportunidades todos los días en la Vuelta para intentar ganar una etapa, además no está tan amarrada como el Tour con (Tadej) Pogacar y (Jonas) Vingegaard. Aquí habrá más oportunidades y sería estupendo que lleguen las fugas”, añadió.
Sobre Javier Romo y Jefferson Cepeda comentó que les van a dejar que se vayan asentando y “a ver cómo se sienten”. De lo que no tiene ninguna duda es de que en la contrarreloj por equipos en Figueras harán “una buena crono” por el buen trabajo que está haciendo Iván Velasco, responsable de rendimiento.
Philipsen, es un sueño
Jasper Philipsen (Alpecin Deceuninck) dijo que es “un sueño” estrenar el maillot rojo de la Vuelta. Philipsen (Mol, 27 años) dio una importancia especial a su victoria, ya que tuvo una dura caída en la tercera etapa del Tour y sufrió una fractura de clavícula. “Esta victoria es un sueño después de lo que sucedió en el Tour. Tenía baja la motivación después de la caída y la retirada, pero vine a la Vuelta después de una preparación dura. Esta victoria supone mucho para mi”, dijo.