En la jornada de descanso de este lunes, en Iruñea, en medio del sosiego de la Vuelta, se desató la tormenta. El UAE anunció en un comunicado la rescisión de contrato de Juan Ayuso, que dejará de ser ciclista del equipo de los emiratos a finales del curso. La salida hacia el Lidl estaba consensuada, si bien, el anuncio de la misma se aceleró después de los episodios de la Vuelta que envolvieron en la polémica la errática actuación del alicantino: desconectado en Pal, vencedor imperial en Cerler, abúlico en Zaragoza y caprichoso en Valdezcaray, donde Ayuso se borró y eligió desatender a Almeida y a cualquiera que no fuera el mismo. Eso le condenó.

Ayuso, de 22 años, irrumpió como un meteorito en el profesionalismo con el podio de la Vuelta de 2022. Tres años después, a pesar de acumular un buen palmarés, con victorias notables, la historia es muy distinta, imposible la convivencia en el equipo. Ayuso y UAE rompen. La imagen camino de la cumbre riojana, en la que Vingegaard sometió a Almeida, completamente solo, sin ningún compañero de equipo protegiéndolo, disparó el malestar en el UAE.

Juan Ayuso se impone en la Itzulia Javi Colmenero

Si en Cerler, los abrazos de Josean Fernández, Matxin, mánager deportivo de la estructura emiratí, acunaron al ciclista y amortiguaron el ambiente hostil hacia Ayuso, la estampa de Valdezcaray le sentenció. En realidad, días atrás, el alicantino había trasladado su intención de dejar el UAE para firmar por el Lidl a través de su entorno. El diario As informó al respecto.

Desde que arrancó el curso, la situación de Ayuso en el equipo que lidera Tadej Pogacar era del todo incómoda y trabajaba en la búsqueda de una salida a pesar de que su contrato le unía hasta 2028. El alicantino era un verso suelto en una especialidad donde los objetivos son comunes. Ayuso no estaba alineado en esa dirección. El comunicado del UAE lo advierte con claridad.

Comunicado del UAE

“UAE Team Emirates – XRG y el ciclista español Juan Ayuso han acordado mutuamente la rescisión anticipada de su contrato, inicialmente previsto hasta 2028. Ayuso permanecerá en la plantilla hasta finales de 2025, tras la decisión tomada tras las diferencias en la visión de los planes de desarrollo y en la alineación con la filosofía deportiva del equipo" , versaba el comunicado, que también incorporó la visión de Mauro Gianetti, patrón de la formación.

"Juan ha sido un talento valioso y estamos agradecidos por lo que hemos construido juntos. Al mismo tiempo, nuestro proyecto deportivo siempre se ha centrado en la continuidad, la armonía del grupo y la construcción de un equipo ganador. Creemos que, en el mejor interés de ambas partes, esta decisión es la más coherente con los valores que definen a nuestra organización. UAE Team Emirates–XRG continuará su camino de crecimiento y desarrollo, convencidos de que la identidad y la fuerza del equipo siguen siendo nuestra base. Le deseamos a Juan mucho éxito en el futuro", argumentaba el suizo.

El comunicado también sumó el sentir de Ayuso: "Quiero agradecer al equipo el apoyo y las oportunidades que me han brindado a lo largo de estos años. He tenido la oportunidad de crecer y competir con los mejores, y sé que lo aprendido siempre formará parte de mi trayectoria profesional. Ahora siento que es el momento de emprender un camino diferente, con el mismo entusiasmo, y le deseo al UAE Team Emirates–XRG mucho éxito en el futuro".

Sin embargo, antes de la salida hacia Belagua, Ayuso cargó con palabras de grueso calibre contra su equipo, que tiente aspecto de ex. "No entiendo por qué el UAE hizo el comunicado sin avisar. Quieren dañar mi imagen. He sufrido una falta de respeto tras otra por parte de la dirección del equipo. Ha sido una dictadura".

Tirantez en el equipo

El alicantino, uno de los grandes talentos de su generación, irrumpió en una escuadra sometida, por lógica y rendimiento, a Pogacar, el mejor ciclista del mundo y uno de los grandes nombres de la historia. La cohabitación entre ambos, excelentes competidores, ambiciosos al extremo, se antojaba complicada. Nunca empastaron. Ayuso quería ser Pogacar, discutirle el liderato mediante sus prestaciones. En su mente no encajaba ser un gregario.

Esa situación se escenificó en el Tour de 2024, en la subida al Galibier, una montaña elegida por Pogacar para lanzar un ataque demoledor. En su preparación, el equipo propuso una cadena de montaje para impulsar al esloveno. De ella se desprendió el eslabón de Ayuso ante las airadas protestas de Almeida, uno de los relevistas. Adam Yates también recriminó la actitud del alicantino.

Pasaje de la etapa del Gailiber en el Tour de 2024 y Almeida pidiendo a voces la presencia de Ayuso. Eurosport

Ayuso apenas se sacrificó para su jefe de filas y líder único. Esa actuación le condenó. Abandonó el Tour días después alegando una enfermedad. Pogacar le había señalado. Ayuso llevaba la cruz encima. El Tour lo conquistó el esloveno prodigioso, pero quedó esa mancha, olvidada en los fastos, pero no en la memoria de los rectores del equipo, sobre todo, en Mauro Gianetti y en Pogacar.

Calendarios separados

Desde entonces, el calendario propuesto para Ayuso y Pogacar eran paralelos. No coincidían en las carreras. El esloveno no se fiaba de su compañero de equipo. El alicantino acudió al Giro como jefe de filas, pero no tardó en destaparse su compañero, Isaac del Toro camino de Siena.

El ambiente se enrareció aún más. El mexicano se puso de líder y Ayuso, que ese día se fue al suelo (el mexicano tiró para adelante sin esperarlo), no logró tomar el aire a la carrera, mostrando debilidad a pesar de que logró un triunfo de etapa. Fue un destello.

Pogacar elige a Del Toro

Finalmente abandonó un día después de que una avispa le picó en el ojo. Para entonces, Pogacar había designado a su heredero.

En una publicación de Instagram, el esloveno, que miraba al mexicano, escribió: mirando al futuro. Ayuso no era bien recibido por Pogacar, que no había enterrado en el pasado la falta de entrega en el Tour de 2024.

Ese fue el punto de inflexión del desenlace de la Vuelta, a la que Ayuso acudió con la mente en los Mundiales, donde liderará a la selección española. La carrera fue demostrando capítulo a capítulo la mínima sintonía de Ayuso con sus compañeros de equipo. En la crono por escuadras de Figueres, las imágenes mostraron a todo el equipo unido en las sillas de los ganadores.

Ayuso apareció más tarde y apenas Bjerg le saludó mientras el resto conversaba y bromeaba. Más tarde se fueron acumulando distintos episodios y el sedimento del malestar creció. Era un volcán a punto de entrar en erupción.

Desdibujado en Pal, hegemónico en Cerler, donde completó una grandiosa exhibición tras fugarse todo el día, apagado en Zaragoza y desaparecido en Valdezcaray, el UAE y Ayuso se encontraron en la intersección de un comunicado. Allí se acabó la convivencia. En un divorcio con buenas palabras que cierra una historia de desencuentros.