El de los puntos en el ciclismo es un asunto engorroso, complicado, y dotado además de una frialdad extrema que contrasta con la calidez desde la que el aficionado mira siempre al mundillo txirrindulari, buscando que los corredores y la competición deparen emociones fuertes. A estas alturas del curso, sin embargo, toca exponer en negro sobre blanco una serie de clasificaciones que, traducidas a lo local, implican muy malas noticias para el ciclismo euskaldun. El equipo World Tour (máxima categoría) con más representantes vascos, el Cofidis de Ion Izagirre, Aranburu y Lastra, corre serio peligro de descenso. Y una de sus escuadras más representativas, el Euskaltel-Euskadi, no podrá ser invitada a la Vuelta a España 2026, un varapalo para el proyecto.
Centrémonos en la situación del conjunto naranja, perteneciente a la segunda clase del ciclismo, la categoría Pro Team. La integran un total de 16 equipos, cuyos puntos sumados durante un año natural sitúan a cada escuadra en una clasificación general mundial (incluidas todas las divisiones), de cara a las invitaciones para las carreras World Tour de la siguiente temporada. En el caso del Euskaltel-Euskadi, el gran objetivo del presente curso residía en concluir dentro del top 30 de la citada clasificación, condición sine qua non establecida por la UCI para convertir a un equipo en elegible por los organizadores de las tres grandes rondas por etapas. La estructura vasca se benefició, con motivo de sus anteriores participaciones en la Vuelta a España (2021, 2022 y 2024), de que entonces el listón reglamentario para recibir esa invitación no estaba tan alto. Pero el cerco se ha ido reduciendo y el Euskaltel no ha superado el corte.
Sí a la Itzulia
Pasarlo implicaría remontar tres puestos en lo poco que resta de campaña, algo imposible ya, vistos los márgenes de puntos existentes. Así que toca mentalizarse de que el viernes, el conjunto vasco arrancará sin el aliciente de una posible presencia en la Vuelta. Quedar fuera de los 30 primeros del ranking no inhabilita al Euskaltel para ser invitado a carreras World Tour ajenas a las tres grandes rondas, por lo que los naranjas sí podrán participar en la Itzulia y en otras pruebas de la máxima categoría mundial como la Volta a Catalunya. El adiós en 2026 a la prueba española no implica gran cosa en cuanto a resultados: el nivel en ella resulta tan alto que a equipos como el vasco se les hace prácticamente imposible optar a éxitos deportivos. Sin embargo, la Vuelta sí supone un buen aprendizaje para ciclistas jóvenes que aspiran a crecer. Y significa también una buena plataforma de exposición para los siempre importantes patrocinadores.
Prueba de la relevancia de las invitaciones es el modo en que el propio Euskaltel-Euskadi se ha movido durante el año para acumular puntos, viajando al Tour de Taiwan y a hasta cuatro rondas disputadas en suelo chino (la última, el Tour de Taihu Lake que arranca el 9 de octubre). Sin embargo, el botín final no va a resultar suficiente para alcanzar el objetivo fijado.