Bajo un sol estupendo, en un domingo liviano, recorriendo caminos de tierra entre viñedos, traqueteando el cuerpo sobre penachos de pavés, con una amplia sonrisa de agradecimiento que recorrió el tuétano de ambos y reposa en el corazón, Omar Fraile (17 de julio de 1990, Santurtzi) y Jonathan Castroviejo ( 27 de abril de 1987, Getxo) latieron hacia el ocaso.

Partieron en busca de la última frontera en la París-Tours, su baile final en el ciclismo profesional tras una estupenda aventura. Una guardia de honor, desenvainadas las bicis del pelotón, les saludó en su adiós.

Compartieron el pasillo con Démare, que también cerraba su etapa en la carrera francesa, donde cae el telón del ciclismo europeo. Matteo Trentin se coronó por tercera vez en la clásica gala.

Ajenos a la competición pura, compartiendo maillot del Ineos, la formación que les ha cobijado durante las últimas campañas, alcanzaron la estación definitiva de su singladura los vizcainos, que pertenecen a la última generación dorada del ciclismo vasco, a aquellos que crecieron bajo la sombra magnífica del árbol de la Fundación Euskadi y sus terminales.

Restan algunas ramas del florido árbol, pero se intuye cada vez más próxima la caducidad de todas ellas. El tren del ciclismo continúa lanzado, al galope de los tiempos modernos, pero ellos se quedan en el apeadero de la memoria para recordar una biografía que les ha concedido grandes momentos.

El santurtziarra aparca la bici después de 14 campañas poniéndose un dorsal. “Me llevo momentos y personas maravillosas y siempre los recordaré con especial cariño”, dijo cuando dio a conocer que la presente sería la última campaña. Un vida que le ha servido para saborear la gloria en el Tour, el Giro o la Itzulia, donde dejó huella.

Apiló el vizcaino ocho triunfos, donde sobresale su conquista en el aeródromo de Mende. Una victoria inolvidable. El santurtziarra aterrizó en la gloria en el Tour el 21 de julio de 2018 en su descorche en el Tour. Brindó con champán, el sabor burbujeante y dorado del triunfo.

De su palmarés también destaca otra diana, la del Giro de Italia, obtenida un curso antes. En la Itzulia festejó el laurel en 2018, el mejor año del santurtziarra.

Fraile debutó en el Orbea (2012), para vestir después los colores del Caja Rural (2013-2015), Dimension Data (2016-2017), Astana (2018-21) y finalmente el Ineos (2022-2025).

El vizcaino también fue campeón de España de ruta en 2021. Acumuló la participación en 15 grandes. Cinco Tours, dos Giros y ocho Vueltas. En la carrera española conquistó en dos ocasiones el reinado de la montaña.

Castroviejo rueda durante la presente campaña. Ineos

Gran especialista en crono

“El ciclismo me lo ha dado todo: enseñanzas, amistades, retos, y momentos que llevaré conmigo para siempre y lo dejaré con el corazón lleno de gratitud”, subrayó Castroviejo cuando dio a conocer que descabalgaría en la temporada en curso.

El de Getxo se baja de su montura tras 18 cursos en los que destacó como un gran contrarrelojista que contó 11 victorias.

Tras estrenarse en el Orbea (2008-2009), formó después en el Euskaltel-Euskadi (2010-2011), para pasar al Movistar (2012-2017), donde compitió seis campañas hasta que se alistó al Sky (2018-2025), que después cambió su nomenclatura a Ineos.

Fue campeón de Europa de crono en 2016 y seis veces campeón de España de la especialidad (2013, 2014, 2015, 2017, 2018, 2019 y 2023). También logró el bronce de la especialidad el Mundial de Doha.

Además de las citadas, Castroviejo ha ganado una etapa del Tour de Romandía, otra de la Vuelta al Algarve y dos de la Vuelta a la Comunidad de Madrid. Su tiempo en el ciclismo se ha agotado tras una vida dedicada en pleno al cuidado de sus líderes.

“Quiero agradecer profundamente a todos los equipos por los que he pasado, a los patrocinadores que han confiado en mí, y a todas las personas que han formado parte de esta etapa de mi vida. He tenido la suerte de conocer a gente extraordinaria, dentro y fuera de la carretera, y me llevo amistades y recuerdos que valen más que cualquier resultado”, dejó escrito en un mensaje en sus redes sociales.

Castroviejo fue una pieza fundamental para la gloria. Insustituible en el Tour, donde se erigió en uno de los gregarios más competentes del planeta.

Su jerarquía no admitía discusión. Fue partícipe en los reinados de Geraint Thomas de 2018 y en el de Egan Bernal de 2019.

Con la sensación de plenitud, de ser parte de un grupo de privilegiados que han podido hacer de su pasión su oficio, de estar presentes en momentos extraordinarios, Omar Fraile y Jonathan Castroviejo se despiden.

En el retrovisor queda una vida apasionante. Ahora comienzan otra, sin hoteles, maletas, dorsales, imperdibles, báscula, entrenamientos, competición y frenesí. Concluido el último baile, Fraile y Castroviejo apagan las luces.