Durante los meses de julio y agosto es habitual contar con más tiempo libre. Y desde la llegada masiva de las redes sociales, de internet mucha parte de este tiempo libre lo empleamos en trastear con diversos aparatos electrónicos. El sobreuso hace que estos aparatos tiendan a sobrecalentarse, lo que añadido a una temperatura ambiental más alta de lo acostumbrado puede acabar causando problemas de funcionamiento en smartphones, tablets, libros electrónicos y portátiles. A ello hay que añadir los peligros de algunos planes, como el agua de las piscinas, la arena de las playas, el salitre o, directamente, el sol.

Desde la empresa PcComponentes ofrecen una serie de consejos con los que poder proteger nuestros aparatos electrónicos durante esos momentos en los que los termómetros parece hervir. Siguiéndolos podremos evitar, o al menor reducir el riesgo, de avería y estropicio.

Hay que evevitar dejar los aparatos electrónicos a pleno sol. Freepik

Cuatro consejos si vas a la playa o la piscina

Acudir a playas, piscinas y ríos suele ser la solución para poder sobrellevar los días de más calor. La posibilidad de refrescarnos metiéndonos en el agua es más que tentadora. Entre los bártulos que metemos en el bolso o mochila móviles, tablets o ebooks, que se pueden estropear si superan los 52º C, siendo la batería la más delicada y la que más fácilmente llega a esta temperatura.

Para evitar este punto crítico esto es lo que se puede hacer:

  • Cargar la batería sin funda. Al igual que nosotros, a los dispositivos también les viene bien prescindir de algunas capas durante el verano. Por ello, lo recomendable es cargar los dispositivos sin fundas o carcasas para evitar que la acumulación de calor que se produce al enchufarlos a la corriente los dañe.
  • Alejar los dispositivos del agua salada y del protector solar: La mayoría de los smartphones cuentan protección frente al agua y el polvo, pero otros dispositivos como ebooks o tablets no siempre la llevan. Además, esta protección no protege del agua salada, la arena o las cremas solares. En caso de que los dispositivos hayan sufrido un accidente con alguno de ellos, lo indicado es apagar los dispositivos y recurrir a un servicio técnico especializado que revise minuciosamente los componentes del dispositivo y den una solución necesaria.
  • No exponer los aparatos al sol: Cuando no se utilicen, los aparatos deben resguardarse del sol, dentro de bolsos o entre la ropa. Y si además el bulto está a la sombra, mejor. En este consejo entra lo de no dejar el aparato en cuestión dentro del coche directamente al sol o descuidadamente encima de la toalla (aunque esté aparcado a la sombra o bajo una sombrilla, el sol cambia de posición y acaba quedando expuesto).
  • Ahorrar energía y optimiza el rendimiento: El multitasking no da tregua ni en verano y, con él, nuestros dispositivos acumulan aplicaciones en segundo plano que pueden sobrecalentar el mismo. Cerrar aquellas que no estemos utilizando o desactivar el Bluetooth y el WiFi cuando no sea necesario puede ayudar a reducir hasta 5-10ºC la temperatura. También reducir el brillo de pantalla o activar el modo avión ayudarán a controlar la temperatura de los aparatos.

Evita el sobrecalentamiento del PC en casa

Los PC, los ordenadores de mesa también pueden verse afectados por el calor aunque no salgan de casa. Sus diferentes componentes alcanzan diversas temperaturas dependiendo de las tareas que se realicen. Lo recomendable es mantener la CPU y GPU por debajo de los 90ºC, algo que puede ser complicado en verano. Para evitarlo:

  • Ventilar el espacio correctamente y utilizar accesorios que lo faciliten: Airear la estancia a primera hora de la mañana y durante la noche puede ayudar a mantener una correcta temperatura. Además mpleqar accesorios que favorezcan el enfriamiento de los equipos como ventiladores suplementarios internos o bases refrigeradoras para mejorar el caudal interno de aire. En casos extremos, retirar la chapa lateral y dirigir hacia el interior aire frío con un ventilador de sobremesa. También es muy recomendable realizar un mantenimiento completo, llegando a cambiar la pasta térmica a la CPU y, si es posible, a la GPU.
  • No colocar la CPU cerca de ventanas, paredes o sitios estrechos: Elegir una ubicación que asegure la correcta ventilación del ordenador y evitar la cercanía a ventanas que pueden hacer que la luz solar impacte de forma directa. Con ello, se evita que el aire caliente se concentre haciendo que la temperatura aumente y ralentice su funcionamiento.
  • Chequear y adaptar la configuración a las necesidades: Mientras no sea necesario someter ordenador o nuestro portátil a una gran carga de trabajo, activar el modo de ahorro de energía puede ayudar a evitar un sobrecalentamiento innecesario. También es recomendable utilizar un brillo de pantalla moderado siempre que nos sea posible, utilizar una base refrigeradora y evitar apoyarlo sobre la cama, ya que muchas veces se hunde ligeramente y las sábanas o colchas pueden tapar peligrosamente las salidas de aire refrigerado.