Desde el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) hacen referencia al correo electrónico o e-mail como "un servicio en línea que, al igual que ocurre con el correo postal tradicional, nos permite enviar y recibir mensajes a través de un servicio de red a múltiples destinatarios. Para utilizarlo lo único que necesitaremos será: Un dispositivo con acceso a Internet. Un gestor de correo. Nuestra cuenta de correo".

El correo electrónico, uno de los medios de comunicación más empleados

Una de las vías de comunicación más empleadas que tampoco está libre de estafas y engaños. "Hoy en día, el mundo está más conectado digitalmente que nunca. Los delincuentes se están aprovechando de esta transformación en línea para atacar, a través de sus puntos débiles, las redes, infraestructuras y sistemas informáticos. Esto tiene una enorme repercusión económica y social en todo el mundo, tanto para los gobiernos, como para las empresas o los particulares", así es como desde la Organización Internacional de Policía Criminal (INTERPOL).

"El phishing, el ransomware y las violaciones de la seguridad de los datos son solo algunos ejemplos de las actuales ciberamenazas, eso sin contar que continuamente están surgiendo nuevos tipos de ciberdelitos. Los ciberdelincuentes son cada vez más ágiles y están mejor organizados, como demuestra la velocidad con que explotan las nuevas tecnologías, y el modo en que adaptan sus ataques y cooperan entre sí de forma novedosa", alertan desde la INTERPOL.

Estas son las palabras que avisan de que un correo electrónico es una estafa

Teniendo en cuenta que el correo electrónico es una de las vías de comunicación más utilizadas, no es de extrañar que los ciberdelincuentes se aprovechen de ello para conseguir sus objetivos. En esta misma línea, la Oficina Federal de Investigación de Estados Unidos (FBI) ha emitido recientemente una advertencia sobre ciertas señales que pueden ayudar a los usuarios a identificar correos electrónicos potencialmente peligrosos. Más concretamente, destaca una frase que debe despertar todas las alarmas.

Y es que hay que tomar en consideración que en 2024 el Centro de Quejas por Delitos en Internet (IC3) del FBI recibió, nada más y nada menos que, más de 4.500 denuncias relacionadas con estafas de organizaciones benéficas, reportando pérdidas cercanas a los 96 millones de dólares. Una demostración de la necesidad de estar alerta ante correos sospechosos que prometen ayudar a los demás.

Según el FBI, cuando un correo electrónico solicita que se "actúe rápido", es posible que sea una estafa. Esta frase es una señal de alerta, pues los delincuentes buscan presionar a las víctimas para que tomen decisiones rápidas, sin tiempo para pensar o verificar la legitimidad del mensaje. Una práctica que se basa en la urgencia y en la psicología del miedo que puede dar lugar a tomar decisiones precipitadas e imprudentes al mismo tiempo. Además de la urgencia, hay otros aspectos que pueden ayudar a identificar si un correo electrónico es una estafa.

Solicitudes de ayuda de desconocidos

Los estafadores a menudo se hacen pasar por víctimas que requieren asistencia financiera. Si alguien que no conoces solicita ayuda económica, es importante que dudes de la autenticidad de su mensaje.

Fallos ortográficos y gramaticales

Los correos electrónicos fraudulentos a menudo contienen errores ortográficos y gramaticales que pueden ser un indicativo de que no provienen de una fuente legítima.

Dirección del remitente

También hay que fijarse y prestar atención a la dirección de correo electrónico de quien envía el email. Muchas veces, los estafadores utilizan direcciones que imitan a las de organizaciones legítimas pero que contienen ligeras variaciones.

Ofertas demasiado atractivas

Cualquier oferta que parezca demasiado atractiva o que prometa una ganancia rápida y fácil debería ser considerada sospechosa.