NO es casual que El intermedio ocupe el horario que otras cadenas dedican a los informativos. Se trata de dejar que las noticias choquen en el frontón cómico de El Gran Wyoming para que las vuelva lo suficientemente creíbles. Ahora ha cambiado de compañera. A Beatriz Montañez, que durante años le daba réplica, le han sustituido por Sandra Sabatés, que total, también rima y que venía de cuatro años de experiencia en los deportes de La Sexta, el mejor trampolín en el mundo de la televisión. Al igual que lo suele ser para los banquillos de los programas del corazón Gran Hermano, que ya lo tenemos encima el próximo jueves 19. Dicen que por supersticiones de Mercedes Milá van a convertir el 13 en 12+1 como hiciera Alfonso Nieto con los campeonatos del mundo de motociclismo que había ganado. Milá dice que esta edición será una vuelta a los orígenes. Supongo que esta reflexión viene por el despropósito repetido que suelen ser los concursantes de este programa. Pero ya es difícil creerles una palabra. Esta edición viene con el reclamo de un cura motero y una drag queen. Ya se ve que en cuestiones de marketing estos creativos andan en los comienzos del pleistoceno conviviendo con los dinosaurios televisivos que ven un filón en la reencarnación del padre Apeles con estilo roquero pero con chupa negra. También de esa era coetánea del destape de Alfredo Landa, es la escena del desnudo en la serie Toledo de Antena 3 de la mora Fátima, una imagen que todo el mundo se la ha encontrado sin mayor esfuerzo y sin venir a cuento en cualquier página de Internet. La actriz Paula Rego dijo que era un desnudo que venía a cuento y ya lo creo. La escena de su baño en un patio rociándose de agua ha sido la mayor promoción que sus creadores podían imaginar. A ver si resulta que estos trucos del jurásicos son los que funcionan y yo por aquí criticándolos.
