Begoña Alfaro (Terrasa, 1982) anunció el pasado miércoles que no optaría a seguir liderando Podemos en Navarra después de cuatro años en los que sobre todo se ha visualizado una apuesta por impulsar Contigo-Zurekin en compañía de Izquierda Unida, Batzarre e independientes. Coordinadora general desde 2021, la hoy vicepresidenta tercera y consejera del Gobierno foral dice que seguirá militando en Podemos Navarra, pero no se plantea que la próxima dirección pueda replantear el papel de su partido en Contigo-Zurekin.

¿Por qué esta decisión que por otra parte resulta esperada?

–No me siento cómoda metida sin quererlo en las permanentes guerras cainitas de la izquierda que nos llegan desde Madrid. Aquí no tenemos ningún problema. Llevamos casi cuatro años trabajando de forma yo creo que ejemplar, pero se empeñan en buscarnos esos problemas desde fuera. Además, sigo pensando que un partido es una herramienta, no un objetivo en sí mismo, y cuando pasan a convertirse en objetivos en sí mismos entiendo que hay que buscar alternativas.

¿Qué le ha hecho dar este paso con respecto a hace un mes, cuando le entrevistamos por última vez?

–La asamblea general estatal se celebró hace solo tres semanas, y no quería hacer pública una decisión que pudiese enturbiar su celebración. Una vez celebrada, estando próxima la nuestra, la asamblea navarra, me ha parecido el momento oportuno para anunciar que no me presento a la reelección.

“No me siento cómoda metida sin quererlo en las permanentes guerras cainitas de la izquierda que nos llegan desde Madrid”

¿Pasa a ser ahora una militante de base en Podemos?

–Efectivamente, yo voy seguir como militante de base, fundamentalmente porque durante estos cuatro años he trabajado muy bien con compañeras y compañeros de Podemos Navarra cuya apuesta clara es el trabajo realizado en Contigo-Zurekin, y por supuestísimo que quiero respaldarles en la nueva etapa que se abre en el partido.

¿Encuentra en Podemos en Navarra la suficiente convicción como para mantener esa apuesta por Contigo-Zurekin en su actual configuración?

–Llevamos cuatro años, desde 2021, trabajando para que Contigo-Zurekin fuese primero una realidad, y a partir de ahí obtuviese representación. La apuesta por este proyecto fue respaldada por unanimidad por la entonces ejecutiva y por el Consejo Ciudadano de Navarra, y ha habido un trabajo posterior continuado que denota el apoyo a dicho proyecto unitario.

Esta renuncia a seguir al frente de Podemos conlleva el riesgo de que quien le suceda no apueste de la misma manera por la coalición o quiera repensar las condiciones.

–Pero es que ese es un debate estéril. Yo no lo planteo ni como mera hipótesis. Contigo es una coalición hasta 2027, lo que garantiza estabilidad, porque así se recoge en el acuerdo que firmamos, ratificado por la ejecutiva de Podemos Navarra y el Consejo Ciudadano de Navarra, y firmado y suscrito por la dirección estatal de Podemos. Ese acuerdo lleva la firma de la entonces secretaria de Organización del partido (Lilith Vestrynge). Por tanto ningún cambio va a afectar a lo que ya está pactado.

“Un partido es una herramienta, no un objetivo en sí mismo, cuando se convierten en objetivos en sí hay que buscar alternativas”

¿Y a partir de 2027, no ve ningún riesgo en ese sentido?

–Yo confío de corazón en que se siga apostando por un proyecto unitario. No sería comprensible que con la que está cayendo no tuviésemos la altura de miras suficiente y la mirada larga y se rompiera un trabajo que nos ha permitido tener una presencia fuerte en un Gobierno progresista, con toda la capacidad de incidencia que eso tiene en el día a día de la gente. Me parece de una irresponsabilidad… Yo a la futura dirección de Podemos en Navarra le animaría a seguir profundizando en un proyecto que se ha demostrado exitoso.

¿En dónde han estado sus discrepancias con la dirección estatal?

–Mis diferencias no han sido políticas. En esa parte las diferencias son pocas, por no decir ninguna. Ojo, como con cualquier otro partido del espacio político. Pero no entiendo que determinados nombres o determinadas luchas palaciegas estén por delante del interés de la gente, y menos en los tiempos que corren y en los que vienen. El cuanto peor mejor no lo he entendido nunca; no voy a ser yo quien defienda ese rumbo.

En cuatro años al frente de Podemos se le ha visto en actos con Yolanda Díaz pero no con Ione Belarra. Eso habrá generado malestar o habrá ahondado la distancia.

–Se recurre de forma habitualmente malintencionada a equiparar Contigo con Sumar o a trasladar la idea de que yo estoy próxima a Sumar. Me gustaría dejar muy claro que eso es radicalmente falso, y contribuye a ese ruido que todos los compañeros y compañeras de Contigo-Zurekin durante años hemos conseguido evitar. Yo fui a Magariños en abril de 2023 porque así lo decidimos en el seno de Contigo-Zurekin. Entendimos que era la herramienta que había que utilizar para frenar a la derecha y a la ultraderecha para que no llegasen al poder, y eso se consiguió el 23 de julio de 2023, y Podemos estaba en ese proyecto político. Han pasado dos años y yo estoy donde dije que iba a estar. Otra cosa es que como es obvio he tenido relación con ministros y ministras de Sumar que han venido a Pamplona independientemente de su adscripción política. Contigo-Zurekin es un proyecto que se gesta más de un año antes de que naciese Sumar, y se piensa por y para Navarra. Por tanto, me gustaría desmentir este mensaje que se lanza sistemáticamente.

“Se recurre con mala intención a equiparar Contigo con Sumar o trasladar que yo estoy próxima a Sumar. Eso es radicalmente falso”

¿En la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, ha encontrado un apoyo explícito y sostenido a Contigo-Zurekin desde Madrid?

–(Lo piensa). No ha habido ningún gesto de apoyo a la formación directamente de la secretaria general, sí que acudieron otros compañeros del espacio a la campaña electoral de 2023, pero directamente Ione Belarra no se ha manifestado en este sentido.

Usted habló el día de su anuncio de una “espada de Damocles de tener que mirar de reojo a quienes deciden sin la más mínima consideración al interés de las navarras y los navarros”. Es una acusación seria. ¿Puede concretar algún ejemplo?

–Todos los compañeros de Contigo-Zurekin con presencia pública hemos podido constatar que todos los momentos complicados en los que hemos tenido que responder públicamente no han sido por problemas de nuestra coalición, por discusiones o salidas de tono dentro de nuestro espacio político. Siempre se nos han trasladado las peleas y las decisiones de Madrid, y las posiciones que han tomado los representantes de Madrid.

En esa batalla de cruce de reproches, ¿se ha sentido espectadora?

–Pero es que son problemas que suceden a 400 kilómetros. Aquí no los hemos tenido, pero se empeñan en buscárnoslos desde fuera. Esas guerras cainitas aquí no las tenemos, y hemos intentado sistemáticamente mantenernos al margen. Puedo hablar por mí pero también por los compañeros del grupo parlamentario y por absolutamente todos los compañeros y compañeras concejales, militantes de base y simpatizantes de Contigo-Zurekin, que han estado centrados en el trabajo de Navarra, pero que han tenido que hacer frente a un goteo constante de discusiones y de pugnas en Madrid. Tenemos que centrar el objetivo.

¿Usted ha sido siempre leal con Podemos?

–Así lo considero, cuando me presenté a las primarias de Podemos planteé liderar un proyecto de confluencia, porque en aquel momento era la lógica en la que estaba trabajando Podemos. Asumí el reto y cumplí con él, y me he mantenido fiel a ese trabajo y a ese compromiso, porque además el tiempo nos ha dado la razón y se ha demostrado útil para los navarros y navarras. Por tanto, posición coherente, sostenida, y al menos en un inicio coincidente con la que mandataba la dirección estatal. Yo creo que he cumplido con lo prometido.

¿Y si Podemos decide no articular una unidad en el Estado en unas Generales o en Navarra, daría la batalla interna o se marcharía?

–No me he planteado ese escenario, porque me parecería un absoluto disparate que se llegase a esa situación no habiendo diferencias políticas, insisto. Y en el caso de Navarra habiéndose demostrado durante una legislatura completa que sabemos hacer bien las cosas. Desde luego, si ese disparate llegase yo no me ubicaría ahí por una cuestión de responsabilidad.

¿Pero seguiría?

–No me lo he planteado.

Contigo-Zurekin está muy consolidado, pero en Madrid hablamos ya de una ruptura, la hipótesis de reunificarse parece difícil.

–Yo puedo decir que si se produjese ese disparate en Navarra a mí no me iban a encontrar, eso lo tengo claro.

“No ha habido ningún gesto de apoyo a Contigo-Zurekin directamente de la secretaria general, Ione Belarra no se ha manifestado en este sentido”

¿Siente que a pesar de su marcha, su exposición como consejera le asegura ser cabeza de cartel en 2027?

–Esa muy pronto para saber qué es lo que vamos a hacer en 2027. Puedo asegurarle que ese debate no nos lo hemos planteado. Acabamos de llegar al ecuador de legislatura y no nos hemos planteado todavía ese debate. Yo por de pronto voy a trabajar en los retos fundamentales que tenemos en el Gobierno, fundamentalmente en vivienda, y voy a poner toda la carne en el asador para fortalecer el proyecto de Contigo-Zurekin, en Navarra y para Navarra. 

Habla del “incesante ruido al que dice nos someten las organizaciones que tienen en Madrid su centro de decisión.” ¿Cómo se deben aislar de eso en esta nueva fase?

–Continuando en la misma línea en la que venimos trabajando. Son ya años de resguardarnos del ruido y las guerras de Madrid teniendo muy claro quiénes somos, qué queremos para Navarra y sobre todo imperando un absoluto respeto recíproco entre todos los compañeros y compañeras que estamos en ese espacio. Desde luego en esa línea vamos a seguir.

¿Temen quedarse en los mejores lindes de Izquierda Unida o Izquierda Ezkerra? La clave era superarlos.

–Sin duda en 2027 debemos ser más ambiciosos si nos creemos que este espacio político tiene futuro, que yo sí que lo creo. Por tanto, tenemos que seguir trabajando no solo en fortalecer el proyecto político, sino en ambicionar más.