Suele decirse que lo que no se haya hecho para el ecuador de la legislatura es muy probable que se quede para el siguiente periodo electoral. Pero lo cierto es que el Gobierno de Navarra ha superado la mitad de la legislatura y plena retomar el curso con un buen puñado de leyes y planes claves, como las de Salud e Industria, que han dado trabajo desde que el actual Gobierno echó a andar en 2023.
El Ejecutivo quiere aprovechar el final de este 2025 y hasta el otoño de 2026, o lo que es lo mismo: el último año completo antes de las elecciones. Porque exactamente en un año, la política navarra estará pensando más en elecciones que en otra cosa: las forales de mayo de 2027 obligarán a disolver el Parlamento mes y medio antes, y los partidos activarán el modo electoral total ya desde el 1 de enero. Así que queda un año escaso para sacar adelante todos los planes previstos.
La planificación más urgente del Gobierno, explicada en las piezas adjuntas de estas páginas, responde también a una realidad: la voluntad de seguir adelante ahora que la política foral –y también la estatal– no habla de otra cosa que no sean los presuntos casos de corrupción. En Navarra, los partidos de oposición han querido poner todos los focos en el hecho de que en septiembre el Parlamento arrancará con los trabajos de la comisión de investigación que recopilará información sobre cuatro legislaturas de adjudicaciones públicas. Pero la política navarra es mucho más y tiene medidas efectivas pendientes.
La nueva ley de Salud ha recibido 1.100 aportaciones ciudadanas
Salud va a priorizar tres temas: la ley de Salud y su plan, el gran proyecto legislativo hasta 2027, y el plan estratégico por la salud mental y la prevención del suicidio. Tras haber sometido la ley de Salud a cuatro meses de exposición pública –con más de 1.100 aportaciones que han sido estudiadas una por una para redactar de nuevo la ley–, ahora se ha enviado el texto a los órganos consultivos competentes para continuar con su tramitación antes de llevarla a debate parlamentario en los próximos meses.
Pegado a esta ley está el plan de Salud, con horizonte de 2030. Va a ser, en palabras del departamento, “la hoja de ruta que defina las políticas sanitarias del Gobierno de Navarra”. Otro de los principios que guiará el diseño del nuevo plan es su contribución al desarrollo sostenible con el objetivo de garantizar una vida sana y promover el bienestar para toda la población en todas las etapas de la vida. El plan estará enfocado hacia la identificación de aquello que genera salud con una perspectiva positiva.
Otra área en la que el departamento va a apretar el acelerador es en el plan de suicidio. Según los cálculos de Salud, está listo en el año 2025. Era un trabajo pendiente desde hace unos años, desde cuando la perspectiva en cuanto al suicidio ha cambiado mucho: ha dejado de ser un tema tabú, y ha salido a flote en el debate público a fuerza de unas cifras horrorosas. Es la primera causa de muerte en jóvenes, y la cifra no ha ido a menos, sino que ha crecido. Otro plan importante es el de salud mental, que todavía tardará unos meses. El departamento está en fase de evaluación y lo lanzará a la opinión pública a lo largo de 2026.
Presidencia planea profesionalizar el Consejo de la Transparencia
El Departamento de Presidencia arranca el curso con tres tareas en el horizonte más inmediato. Está al caer la reforma de la Ley de Transparencia, que entre otras modificará la estructura del Consejo de la Transparencia. Cada vez son más requerimientos los que tiene que asumir un órgano formado por juristas y representantes del Parlamento que no cobran dieta alguna por redactar resoluciones relativas a los derechos ciudadanos en materia de acceso a la información pública.
La reforma va a reordenar el consejo, de tal manera que prescindirá de los cuatro parlamentarios y los dos alcaldes y se quedará con seis o siete especialistas jurídicos. El presidente, por primera vez, tendrá la posibilidad de percibir una contraprestación, mientras que el resto cobrarán dietas. Una vez se apruebe, el actual presidente del Consejo, Juan Luis Beltrán, cesará en el cargo –va a estar de forma interina hasta que se reforme la ley– y el Parlamento tendrá que elegir a otra persona. Esta reforma se espera para ya, para septiembre u octubre.
También para ahora queda la aprobación de un decreto foral que va a regular las compensaciones, gratificaciones e indemnizaciones a percibir por parte de las personas participantes en procesos electorales que dependan de la Comunidad Foral –que no coincidan con convocatorias estatales–.
Y, por último, está en exposición pública la Ley de Voluntariado, sobre la que se pueden realizar aportaciones, y que renovará la antigua ley, que está a punto de cumplir treinta años y tiene que adaptarse.
Emprendimiento, pequeño comercio y la ley estrella de Industria, para 2026
El Departamento de Industria trabaja desde hace tiempo en una ley que actualice las necesidades de la industria navarra al siglo XXI, que pasan por afrontar la doble transición de la que hablan los expertos: la digital y la medioambiental.
Todo, sin descuidar el empleo y el músculo que ya posee Navarra, y que en los últimos años se ha visto debilitado por el cierre de fábricas. Ahora mismo, el empleo industrial ronda los 88.000 puestos de trabajo en Navarra. Una de las ideas de la consejería es llevarla al Parlamento de aquí a final de año. De hecho, el consejero Mikel Irujo ha mantenido contactos con los grupos involucrados incluso en el mismo mes de julio, aunque es consciente de que el trámite no va a ser tan ágil y la aprobación puede demorarse hasta 2026.
Mientras tanto, el departamento prepara otra ley, la de comercio minorista, que también será una prioridad a la vuelta del verano. La idea es proteger al pequeño comercio en tiempos duros para el sector: al auge del comercio online y las grandes plataformas hay que sumar la falta de relevo. Las persianas bajadas y los carteles de se traspasa o liquidación por cierre son habituales en cualquier ciudad navarra. El departamento quiere encontrar una forma de cuidar este comercio y alargarle la vida. En otro plano, la consejería va a trabajar en la puesta en marcha de un plan de emprendimiento para facilitar las cosas a quien quiera poner en marcha un negocio o un proyecto.
Navarra pedirá a la UE que el aumento en Defensa no se haga a costa de la PAC
Hay algo que el departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente tiene muy presente en este curso que está a punto de arrancar: que las negociaciones para fijar el nuevo quinquenio 2028-2032 de la Política Agraria Común (PAC) en Europa empiezan ya. Y no pinta bien: Europa habla más de rearme que de agricultura, y el temor del departamento es que el dinero para tanques se detraiga de las ayudas a los campos. Navarra va a pedir en la Unión Europea una modificación de la PAC, de tal manera que no se resten recursos para los agricultores pero que las ayudas lleguen a quienes tienen que llegar. En ese sentido hay que entender la iniciativa para que la PAC llegue en base a la producción, y no por derechos históricos –como se conocen los campos de los grandes tenedores de tierras–.
El quinquenio va del año 2028 al 2032, pero se firmará en 2027 y las negociaciones van a arrancar ya con la vista puesta en todo el 2026. Otra iniciativa que Medio Ambiente quiere acelerar es la próxima Ley de Calidad Alimentaria. Es un texto en el que el departamento –y especialmente la dirección general de Desarrollo Rural– ha trabajado con mimo. Pauta una defensa del producto local –con trazabilidad y garantía de calidad– frente a las importaciones de terceros países, no siempre respetuosas con los estándares europeos, y prevé un código sancionador para quienes hacen negocio con el producto pirata. Habrá reformas en la Ley de Cambio Climático y en los regadíos.
La diversidad en la sociedad marca el segundo plan de convivencia
El departamento de Memoria, Euskera y Acción Exterior tiene tarea para este arranque de curso. En materia de convivencia, redactar el segundo plan de convivencia, que todavía no se ha sometido a información pública y lleva algo de retraso con respecto a lo previsto. Este plan irá acompañado de la evaluación del primero, y tendrá en cuenta la diversidad social en su redacción. También continuarán los reconocimientos a las víctimas de violencia policial y la ampliación de los lugares de memoria. En este sentido, el departamento pretende realizar “avances” sobre el uso memorialístico del Fuerte de San Cristóbal, proyecto que como depende de un acuerdo con el Estado podría ir más lento de lo deseable. También septiembre será momento de retomar otro proyecto: el de la redacción de una nueva ley de víctimas del terrorismo.
En euskera, el trabajo del departamento se va a centrar en fomentar la educación en adultos, la presencia del euskera en las nuevas tecnologías y en la atención ciudadana.
En cuanto a Acción Exterior, Navarra ostenta en estos momentos la presidencia de la Eurorregión y quiere desarrollar la Ley de Ciudadanía en el Exterior con el nuevo decreto. En ese sentido hay que entender las relaciones crecientes con la diáspora. También en esa línea está la consolidación de la presencia navarra en Bruselas mediante la delegación allá, que trabaja en coordinación con la Oficina de Proyectos Europeos de Pamplona dando servicio de todos los departamentos, así como a actores socioeconómicos e institucionales siempre en la línea de fomentar las políticas de cohesión social en la UE.