"Queremos dar otra visión de personajes muy potentes tras pasar dos días con ellos"
Quiso ser pelotari pero descubrió que no tenía condiciones; sí las tuvo para ser bertsolari aunque abandonó las plazas a los 32 años. Siendo muy joven se codeó con los grandes del mundo del bertsolarismo. Hoy vive atrapado por las cámaras y volcado en la televisión
pamplona. Xabier Euzkitze es uno de los rostros de referencia de ETB 1. Se ha convertido en referente del formato de entrevistas y también lo es en el mundo de las retransmisiones de pelota. Hoy empieza una nueva etapa en el primer canal de Euskal Telebista con el programa Bisitaria.
Es el presentador de ETB que más cambios de programa lleva en los tres últimos años.
Eso significa que llevo muchos años, un cuarto de siglo. Si estás en informativos haces un trabajo parecido durante unos cuantos años. Cuando pasas a programas, estás en un espacio mucho más volátil, más incierto, y los cambios son mucho más frecuentes que estando en informativos. Esto ha hecho que lleve unos cuantos programas a mis espaldas, pero es algo que en esta profesión hay que tenerlo muy asumido.
¿Cómo va a ser 'Bisitaria'?
Seguiremos conociendo gente interesante, de ámbitos muy diferentes. En vez de conocerlos en el plató, los conoceremos en su hábitat más cotidiano, en su ámbito más diario; iré a su casa, iré donde trabajan o donde suelen divertirse en su vida diaria y eso nos dará la oportunidad de acercarnos un poco más al personaje. Es un formato que tiene su trabajo, pero también sus ventajas.
¿Más que 'Ani-tzele'?
Anitzele nos ha dado la oportunidad de conocer muchas facetas de los personajes, pero el plató es más limitado en ese aspecto. El poder ir a Arantzazu y pasar un fin de semana con Peio Zabala te da otra dimensión del personaje. Entiendes mejor su filosofía de vida, por qué le ha marcado tanto la naturaleza. Es la ventaja que tiene el formato de Bisitaria.
¿Qué aporta al espectador que el personaje esté en su entorno y no en el plató?
Por una parte, al personaje en sí se le pide un esfuerzo extra. Cuando llevamos a un invitado al plató, acude con media hora o tres cuartos de hora de antelación, hace un programa de media hora en directo y vuelve a su casa. En Bisitaria, el compromiso que adquiere el entrevistado también es mayor porque debe pasar más horas con nosotros y debe dar bastante más de sí. Aportamos cercanía y autenticidad. Por ejemplo, Manu Maritxalar televisivamente es muy conocido, pero luego tiene otras facetas que no tienen absolutamente nada que ver con las cosas que le hemos visto hacer. En este caso, yo mismo en primerísima persona voy a trasladarme a todos esos lugares en los que se mueve habitualmente y la perspectiva será muy cercana y auténtica.
¿Un programa con muchas pretensiones?
En los tiempos que corren no hay muchas pretensiones. Nosotros intentaremos que sea un programa vistoso, atractivo y auténtico. Queremos mostrar a la persona desde una perspectiva nunca vista o no tan conocida de ese personaje. A nosotros este programa nos exige más, pero Bisitaria tiene muchas cosas positivas también para los que lo hacemos. Queremos dar otra visión de personajes muy potentes después de pasar dos días con ellos, eso nos permite acercarnos desde otros ángulos.
¿Cómo está la televisión? ¿Cómo la ve usted?
La televisión está cambiante, siempre ha sido un medio bastante cambiante y ahora con la crisis los formatos también varían y a las productoras se les exige otro esfuerzo y la forma de trabajar también cambia; la inestabilidad laboral también es mayor. Antes se decía que se firmaban contratos cada trece semanas y a la gente le parecía muy poco, ahora lo de trece semanas lo firmaría cualquiera, ahora son seis. El tema está un poco más complicado por todo lo que conlleva vivir en una época difícil en lo económico. A la televisión también le afecta y a los profesionales también.
¿Dónde se siente más cómodo, realizando entrevistas o retransmitiendo un partido de pelota?
Como entrevistador me siento muy cómodo. Entrevistar es mucho más que preguntar, entrevistar es escuchar. Ser bertsolari te obliga a aprender a escuchar. Tienes que saber escuchar con máxima atención al bertsolari que tienes enfrente porque luego le tienes que responder directamente. Eso me ha venido muy bien para entrevistar. Me siento cómodo en este formato, pero no te niego que el trabajo más agradecido es el de las retransmisiones deportivas. Conozco el deporte, el medio, a los pelotaris, a la gente que se mueve en ese deporte y tengo la suerte de contar con Josean Tolosa, y todos los vacíos que puedo tener yo a nivel de conocimientos los tapa él.
¿No le ha tentado nunca ser pelotari?
Yo he vivido la pelota desde muy pequeño. Siempre me ha tirado mucho Azkoitia. En la misma plaza, que era donde vivían mis abuelos y mis tíos, hay dos maravillosos frontones, uno clásico y otro lleno de trampas. Quise ser pelotari antes que bertsolari, pero no todo es querer; tienes que tener cualidades, y yo carecía de ellas. Puedo vivir la pelota desde otra perspectiva y ahí sigo teniendo la pelota muy cerca.
¿Cómo llega al mundo de los bertsolaris?
El bertsolarismo me vino un poco más tarde, con trece o catorce años, me di cuenta de que componer versos me llevaba mucho menos tiempo que a mis compañeros, que lo hacía con más facilidad y que lo hacía mejor. Coincidió que cuando yo tenía catorce años se organizó el primer campeonato de bertsolaris noveles de Euskadi y me apunté…