de espectáculo lamentable y bochornoso puede tildarse el programa que Tele 5 emitió el viernes con el encuentro/desencuentro de dos hombres azotados por la pasión, la miseria y la condena catódica al exponer sus miserias a la contemplación del universo consumidor en un ejercicio de cochina exhibición de las historias íntimas de dos personajes que pertenecen al mundo de la farándula mediática y que llenan sus desabastecidas arcas con la buena pasta que la exploradora productora pone en sus manos, bajo la astuta presencia de un periodista de trapo que se llama Jorge Javier Vázquez, lo más parecido a un carnicero de almas. La última edición de Sálvame de Luxe alcanzó cotas inenarrables de destrozo moral y personal al poner en plató dos cuerpos heridos y dos almas destrozadas, las de Nacho Polo y Víctor Sandoval, primer matrimonio gay del mundo de la tele y que arrastran una historieta de traiciones, descalificaciones y acusaciones a lo largo de los últimos meses que para qué me va Ud a contar. Una comedieta perfectamente estructurada y dirigida por los genios de la tele italiana, capaces de exprimir sentimientos, afectos más ocultos y situaciones más delicadas del ser humano que deben de preservarse del espectáculo y la transmisión televisiva, salvo correr el riesgo, como lo hicieron en el señalado programa, de triturar, machacar y extorsionar al aparentemente más débil miembro de la pareja. Los enloquecidos gritos de amor de Sandoval, la fría y perfecta puesta en escena de su pareja tocada de singular sombrerito más de cabaret que de plató, más las idas y venidas de un atribulado amante fueron hilvanando el guión y las secuencias de una noche para la antología de una tele raquítica y deshumanizada. Cristianos para los leones. Faltó una escena de violencia pero estará guardada para una próxima edición.
- Multimedia
- Servicios
- Participación
