Su mérito, ocultar y minimizar
José Antonio Sánchez es el eterno presidente del Consejo de RTVE. No pasará a la historia por haber introducido alguna novedad relevante en su gestión. Eso sí, ha conseguido el rechazo unánime de todos los grupos de la oposición que suma 216 diputados (PSOE, Unidos Podemos, Ciudadanos, ERC, PNV y Grupo Mixto), de un total de 350 escaños. Toda la oposición ha firmado un documento para elegir un nuevo Consejo y como consecuencia cambiar por fin de presidente. Pero si por algo se está caracterizando esta legislatura es porque el PP puede estirar como un chicle su minoría activando sus resortes para alargar de manera artificial los plazos. Esto ha vuelto a pasar a pesar de que hace un mes que los partidos decidieron su salida. Pero ahí sigue con todo lo que esto conlleva para la reputación de un medio público como es RTVE que a estas alturas tiene muy comprometida su credibilidad sin conseguir por ello más audiencia. El mes de enero con los grandes datos de OT, TVE llegó a pensar que podría acercarse al nivel de la competencia de Telecinco y Antena 3, pero el concurso se acabó y volvieron a alejarse de la cabeza. Su concepto de televisión al servicio del poder quedó bien claro cuando se prohibió que el famoso vídeo en el que la reina Letizia se ponía en medio de los fotógrafos para que estos no hicieran la foto de la otra reina, Sofía, con sus nietas. Un momento televisivo que dio la vuelta al mundo y que todas las televisiones y redes sociales repitieron y exprimieron todo lo posible. Pues bien: TVE renunció a exhibirlo en la mayoría de sus programas informativos y magacines. Una decisión que demuestra bien claramente que los objetivos de esta televisión pública ni son los de contar la realidad con objetividad ni tampoco el de respetar el derecho de los espectadores a la información. Minimizar la corrupción y la ocultación de un buen número de noticias es el activo que José Antonio Sánchez puede presentar a quienes le pusieron y, claro, ahí le mantienen.