Hace siete años Narco se despidió de su público con Registrode penados y rebeldes. Después de siete años sobre las tablasy cuatro discos, el grupo rapmetalero del barrio de La Macarenaponía fin a su intensa andadura. Pero los Narco no tardaron enechar de menos los escenarios -"teníamos mono", dicen- y, en2008, organizaron una nueva gira que concluyó con la grabacióndel grandes éxitos Alijos confiscados 1996-2008, que incluyesendas versiones de Alaska y Barricada. Ya metidos en harina,el grupo se anima con material nuevo, entra al estudio y grabaAlita de mosca, un último trabajo que mañana presentan en laMovie (21.30 horas, 14 euros, 18 en taquilla).
Este álbum de regreso supone una vuelta a los orígenes de labanda, que con Registro de penados y rebeldes se había alejadode los sonidos más crudos en favor de scratches, samplers y sintetizadores.Lo es desde el título: "Alita de mosca es la forma en la quepor aquí se llamaba a la cocaína más pura en los 80 y 90. Queríamoshacer un símil entre la droga y la música para decir que el discoes crema; un trabajo muy puro y fiel a nuestro sonido original",explica Vikingo Muerte Domínguez, devastadora voz de la banda.
Alita de mosca comienza con los lamentos de un peculiar grupode fans ante la separación de su grupo preferido, tras esta pistacomienza la caña con El narco, la auténtica carta de presentaciónde este regreso ("somos los Narco no nos van a joder", reza laletra). "La primera pista es de cachondeo. Unas fans del típicogrupo popero rollo Take That hablan de cómo sienten la desaparicióndel grupo. A partir de ahí comienza esa caña heredera de discoscomo Talego pon pon".
A lo largo de los 51 minutos que dura el álbum la banda lo mismohabla de la desaparición de 100 kilos de droga en una comisaría que elogia al púgil Julio César Chaves. "Es un tío que salióde la mierda y se ha hecho campeón del mundo a base de luchar.Vi un documental, leí algo sobre él y me pareció un tema muyinteresante", comenta Vikingo MD.
También hablan, en La hermandad de los muertos, de cómo la GuardiaCivil retiró el disco Registro de penados y rebeldes por difundirjunto a éste el videojuego Matanza cofrade. "Todos los discosque contenían ese juego fueron secuestrados por la Policía yen este tema hablamos de cuál era el contenido de este videojuegoque mucha gente se perdió", explica.
Y es que, según dicen en su hoja de promo, los Narco son loscronistas del lado oscuro de la capital andaluza y les toca lidiarcon una ciudad en la que hermandades, señoritos e Iglesia tienenmucho peso. "Lo que se ve desde fuera va siempre ligado a losseñoritos, las tradiciones, la Iglesia y demás. Todo el dinerode los presupuestos se va para Semana Santa, el Rocío y la madreque los parió. Siempre ha habido gente que ha protestado, pero,en general, hay un rebaño de borregos bastante grande y cadavez hay menos movimiento en torno al rock".
A pesar de este panorama tan gris, según dicen, ellos siguenviendo motivos para seguir poniendo a caldo todo eso con lo queno comulgan: "Hay muchos flequillos y muchos poperos, pero siemprehay gente dispuesta a moverse y nuestros conciertos suelen estarllenos. Eso nos anima a seguir".