los ángeles. La lucha de dioses griegos se desata en Furia de Titanes, un remake de la película homónima de 1981 que ha sido grabado en las Islas Canarias y llegará el viernes a los cines a EEUU con un acabado en 3D muy cuestionado por su calidad. El intento de recuperar la aventura épica de Perseo basada en la mitología helena con la última tecnología disponible en Hollywood y espectculares efectos especiales se ha visto torpedeada por los críticos antes de su estreno.
El filme, rodado y pensado íntegramente en el tradicional formato de 2D, terminó pasando por el proceso de conversión digital en 3D en postproducción tras del éxito abrumador logrado por Avatar en taquilla. La decisión tomada por Warner, que llevó a retrasar la fecha del estreno unos días para completar las 10 semanas necesarias para transformar el material en 2D al sistema estereoscópico, fue recibida con escepticismo en el sector y tras los primeros visionados, el resultado puede que juegue en contra del filme. Diferentes blogs han criticado el 3D por "innecesario" porque "no hay mucha diferencia por el hecho de llevar las gafas o no", según Comingson.net. Con esta tesis coincide la revista The Hollywood Reporter, donde se asegura que "pocos aficionados al cine pensarán que (el 3D) vale el dinero extra (de la entrada)". De hecho, ése es el objetivo de Warner, rentabilizar al máximo en taquilla una producción que ofrecía mucho potencial visual para explotar el 3D de haberse realizado desde el principio en esa tecnología.
Furia de Titanes es una nueva adaptación al cine del mito de Perseo, después de la realizada en 1981 por Desmond Davis, con Harry Hamlin, Laurence Olivier y Ursula Andress como protagonistas. Nuevamente el héroe, ahora interpretado por Sam Worthington (Avatar), se aventurará contra las fuerzas del ultramundo en una misión casi suicida para rescatar a la princesa Andrómeda e impedir que la furia de los dioses destruya el mundo de los hombres. En el reparto destacan también Liam Neeson (Zeus) y Ralph Fiennes (Hades).