Fecha: Miércoles, 15 de septiembre. Lugar: Plaza de Rafael Alberti, Ansoáin. Intérpretes: Betagarri, formación integrada por Iñaki, a la voz; Agirre, a la guitarra; Josu, al bajo; David, al saxo; Mikel, al trombón; Unai, a la trompeta; e Iker, a la batería. Incidencias: concierto de presentación de Bizitxari Txistula, último CD de la banda. Buenísima asistencia. Público de ambos sexos y preferentemente joven y participativo, que disfrutó del concierto; actuación de hora y 10 minutos de duración.
EN pie de baile, así siguen los músicos de Betagarri, y así lo demostraron el pasado miércoles; dando guerra sin tregua -desde un prisma metafórico-? desde y sobre los escenarios: patria chica suya por excelencia desde finales de 1992, cuando montaron el grupo, formación que, a punto de cumplir dieciocho años de vida (nada que ver dicho cumpleaños con alcanzar la mayoría de edad, algo que lograron hace tiempo), está presentando actualmente su noveno trabajo discográfico. ¿Sus armas para dar guerra? Sus desenfadadas canciones, esas inspiradas y coloristas composiciones que, sostenidas por los vientos (pulmón de la banda a todas luces), que siempre se han mostrado erigidas en torno del ska-reggae rockerizado más festivo.
Con los termómetros jugando a favor del desarrollo de la velada (¡qué pocas noches quedarán como ésta, tan apropiadas para el disfrute de la música al aire libre!), ante un público curioso y expectante, los comandados por un más que dinámico Iñaki dieron el pistoletazo de salida al ya tradicional concierto de fiestas de Ansoáin con Haundiena, primera del nuevo CD a la que siguieron Txikia Naiz (de su anterior grabación, Hamaika Gara, primera en poner en pie de danza al gentío) y la igualmente de estreno Mingering Mike. El repertorio, normal lo que vamos a decir -si no norma no escrita- en los de los grupos de largo recorrido, prosiguió alternando temas nuevos con otros extraídos de anteriores trabajos, ora más viejos, ora más próximos en el tiempo (como Euri Tanta Bakoitzean o Hegan Egin Desaket, de Hamaika Gara, de los más celebrados ambos), reservando los más señeros para la recta final; para una txanda que se abrió con Jabe Izan Arte (¡qué bien funciona en directo!), viéndose finalmente materializada con las interpretaciones de la mítica versión de La Chica del Batzoki, de Doctor Deseo, incluida en su seminal disco de versiones 80/00 (ideal para ser disfrutada en años como éste, en el que los bilbaínos no la están incluyendo en sus conciertos), Mienten Mi Amor (una de las dos que sonaron en castellano, junto con la nueva Con El Sol) y, finalmente, como no podía ser de otro modo, el legendario Revolution Mix, medley basado en clásicos revolucionarios populares y, cosa de atesorar todas las marcas distintivas del grupo, bailado hasta hartar desde los últimos 90, ya en los bares, ya en sus conciertos.
Postre oficial musical del país por antonomasia, guinda final de buena parte de los festivales populares que se celebran por aquí, teníamos ganas de catar a Betagarri en solitario. De degustarlos como plato principal. De disfrutar de una de las bandas más carismáticas de Euskal Herria, algo que, perdón por el posible farol, ya intuimos quince años atrás en el Nafarroa Oinez de Tutera, donde los vimos por vez primera. Y vaya que si disfrutamos: lo mismo que los presentes, recién rebasada la línea de salida en lo referente a disfrutar asimismo de las fiestas. De unos días que como el septeto, en pie de baile igualmente, no pudieron comenzar mejor, desde el prisma en que el arriba firmante acostumbra a analizar las cosas: desde el eminentemente musical.