pamplona. Fito Páez vuelve a España para presentar su gira Solo Piano, donde interpretará, de nuevo, algunos de los temas más emblemáticos de su carrera, verdaderos himnos de la historia del rock latinoamericano, combinados con esa manera única de interpretar sus propias canciones al piano.

Fito grabó en 2007 un disco en solitario, con la única compañía de un piano, en la intimidad de su casa, al que llamó Rodolfo. Tras la grabación de este álbum, el músico argentino, realizó varias giras con un ambiente íntimo, acústico y con carácter rockero. Ya fue hace dos años cuando Páez presentó en España Solo Piano. Durante estos conciertos, el argentino contó con la compañía de amigos y colegas de profesión, que le permitieron grabar en vivo otro trabajo denominado No sé si es Baires o Madrid. Páez ofrecerá mañana por la noche al público de Pamplona un concierto similar, pero en solitario, en el Auditorio Baluarte a las 20.00 horas, donde quedan entradas a 22, 30 y 36 euros.

Regresa a Europa dos años después de su gira por nuestro país, también interpretada con piano. Mallorca, Zaragoza, Pamplona, Bilbao y Leganés. ¿Tanto le gusta España?

La verdad es que me ofrecieron un tour por Europa y España. Justo me faltaban 15 días para terminar mi gira por Latinoamérica y me pareció simpático irme a Europa a tocar el piano durante unos días en distintos teatros. Así que en cuanto me lo propusieron acepté inmediatamente.

Su disco 'Rodolfo' lo grabó en la intimidad de su casa, con la única compañía de su piano. ¿Ha querido reflejar esa intimidad, esa cercanía con los oyentes al actuar únicamente en teatros, donde es más fácil conectar con el público?

Me gustan los teatros, suenan bien y sí, puedes crear cierta intimidad. Además, estoy en libertad y puedo cambiar el repertorio cada una de las noches que actúe. La improvisación es una sensación de gran libertad. Llevaba muchos años sin experimentar esos sentimientos, esa liberación, y me apetecía volver a sentirla.

En su gira anterior contó con la colaboración de grandes amigos y compañeros de profesión. ¿Gozará el público de Pamplona con alguna de esas contribuciones?

Cierto, en la última gira por España conté con la colaboración de grandes amigos como Pablo Milanés, Marlango, Ariel Rot, los Pereza, Gala Evora o Joaquín Sabina, pero en esta ocasión, únicamente yo ofreceré el concierto. Aunque si surgen colaboraciones no seré yo el que diga que no, ya que no hay nada planeado. Como tampoco planteé los conciertos del pasado año en Madrid, sino que fueron una casualidad maravillosa. Llegamos allí una semana antes, llamamos a todos los colegas y, por suerte, estaban todos allí, algo que no sucede habitualmente. Esta vez ya veremos, porque en todas las ciudades en las que actúo tengo colegas y amigos músicos, y quizá, si surgiera la posibilidad de hacer algo conjunto, se haría. Es lo bueno de venir sólo a dar conciertos, sin la banda. Ese hecho me permite poder jugar de manera muy exótica y única con mi espectáculo.

En una ocasión afirmó que usted animaba la fiesta, pero que no era un entretenedor, ¿qué diferencia existe entre ambas?

Me parece que no tengo que ser sólo un entretenedor, creo que si uno va a un concierto, para, solamente, animar la fiesta, no está actuando correctamente. Los conciertos son un hecho extraordinario, milenario, es la tribu yéndose a celebrar algo, la vida. Uno esta aquí en el mundo y ese mundo hay que ponerlo en la escena, pero a mí sólo me toca una parte de esa escena: la de disparar el efecto de la fiesta cuyo sentido sería que el público entrase de una manera en la sala y saliera de otra. Si eso se produce, la idea de entretenimiento está completa. Si a la gente no le ocurre eso, es que algo estoy haciendo mal.

¿Disfrutará el público de Pamplona de un concierto diferente al que ofrecerá en el resto de las ciudades?

Si bien es cierto que hace dos años fui con un repertorio más estructurado, acá lo que voy a hacer va a ser una lista totalmente diferente. Ya que, como he dicho antes, no tengo el rigor de tener que presentar un espectáculo específico. ¡Pero que no se vaya a pensar la gente que van a ir a ver al teatro a un tipo loco tocando el piano! No verán nada profesional, por mi parte voy a hacer un buen concierto, pasarán cosas insólitas, por lo menos para mí. El hecho de cambiar las listas de las canciones todas las noches se hace muy entretenido. Además, yo no soy un músico que toca arte, no voy a hacer un concierto de piano de Chopin o Schumann. Lo único que voy a hacer va a ser estar ahí, en el escenario, jugando con mi piano, y espero, haciendo disfrutar a la gente.