'Puertas de luz', un recorrido por la geometría y el color de José Lodeiro

pamplona. La planta baja del Pabellón de Mixtos de la Ciudadela de Pamplona acoge, desde ayer y hasta el próximo día 18 de septiembre, la exposición Puertas de luz, del pintor gallego José Lodeiro (1930-1996).

La muestra, integrada por 27 óleos y 14 guaches, refleja el universo artístico de uno de los referentes de la pintura gallega y española del último tercio de siglo. Victoria Rodríguez, viuda de José Lodeiro, y el concejal delegado de Educación y Cultura, Fermín Alonso, fueron los encargados de presentar ayer este recorrido pictórico. Precisamente, los vínculos de Lodeiro con Navarra provienen de su mujer, con quien se casó en Caparroso, donde además pasaron muchos veranos.

La obra de Lodeiro vuelve a Pamplona casi tres décadas después de su última exposición. En 1983, gracias a una exposición patrocinada por el Instituto Nacional de Bellas Artes de México, sus composiciones recalaron en la capital navarra. Su primera exposición en la ciudad data de 1968, cuando exhibió sus cuadros en la sala de artes de la Caja de Ahorros Municipal de Pamplona.

la obra José Lodeiro fue un artista muy influenciado por corrientes pictóricas como el pop, el op, el cinetismo, la abstracción geométrica y la psicodelia. Estilos que marcaron una excepcional sensibilidad para el color, caracterizada por un equilibrio cromático que toma como ejemplo la naturaleza. Esta peculiar sensibilidad, así como la citada búsqueda del equilibrio en el color, desembocaron en unas composiciones simples, a veces esquemáticas, en las que la geometría, con bloques cuadrados y construcciones urbanas, se erigen con naturalidad en el paisaje.

La pintura de Lodeiro también estuvo protagonizada por una figuración sintética y óptica, con la que se convirtió en un autor pionero tanto por su rotunda estética personal como por la estimulación que imprimió a la actividad artística del país. Sus series eróticas y sus paisajes cósmicos, cuyos ejemplos se pueden ver en esta muestra, son piezas insoslayables para entender el arte contemporáneo en Galicia y también en todo el país.

el autor Victoria Rodríguez apuntó ayer que los inicios de su trayectoria pictórica estuvieron marcados "por figuras expresionistas que tuvieron mucha repercusión; de aquellos primeros cuadros también llamó mucho la atención el hecho de que parecieran esmaltes, ya que él siempre trabajaba con espátula, con la que conseguía darles un brillo especial a sus pinturas. También, desde sus primeras composiciones, llamó la atención por sus líneas horizontales y sus paisajes inusuales". Respecto a su figura humana, su mujer explicó que "era un hombre muy expresivo, necesitaba estar siempre rodeado de gente y fue muy controvertido y polémico... Estuvo siempre muy preocupado por la cultura y la política. De hecho, decían de él que era un obrero de la pintura". "Siempre lucho por su pintura, que yo también siento mía, porque fue su vida, la nuestra y la de nuestros hijos. Hemos sufrido y hemos disfrutado muchísimo con ella", recalcó Victoria Rodríguez, que también quiso recordar, con la vista puesta en la memoria y el corazón, cómo se integró en Caparroso, "ya que le conocían a él más que a mí...".

La muestra En lo que respecta a la exposición que ahora se puede ver en Pamplona, Victoria explicó que "no ofrece un recorrido por toda su obra, principalmente hemos seleccionado composiciones geométricas del año 1972, ya que supuso un ruptura muy importante en su momento. También hemos incluido sus paisajes, una piezas muy importantes dentro de su trayectoria, marcados por los colores muy fuertes y las bandas de luz. Aunque no están reflejadas en la exposición, hay dos etapas muy importantes en su obra: la vinculada a la flores y la pintura que creó en la última época de su vida, influenciada por el pop art y en la que retomó algunas de sus figuras anteriores pero actualizándolas". Finalmente, Victoria Rodríguez se mostró especialmente contenta por el hecho de haber podido traer esta muestra a Pamplona, entre otras cosas porque "pensamos que los paisajes marcados por el color rojo que se exponen creemos que son una recreación de las Bardenas, concretamente de la zona del Cristo, en Caparroso".