'J.A.S.P.' cONCIERTO DE POLOCK
Fecha: jueves, 27 de octubre. Lugar: El Bafle, Iruñea. Intérpretes: Polock, banda formada por Papu, a las guitarras y a la voz; Paul, a las guitarras; Sebas, al bajo; Alberto, a los teclados y a las percusiones; y Marc, a la batería. Incidencias: presentación de Getting down from the trees, primer CD de la banda. Media entrada larga. Actuación de 50 minutos de duración, bises aparte.
LLAMADOS así, Polock, en homenaje al pintor estadounidense Jackson Pollock, referente del expresionismo abstracto ("cuando hacemos música grabando con el ordenador funcionamos así, de manera abstracta, superponiendo capas que, funcionando en sí mismas, adquieren otro sentido cuando se juntan con las demás", tal y como han declarado por ahí); galardonados con el Premio de la Música Independiente a la mejor producción musical por Getting down from the trees, su debut discográfico, los valencianos Polock subieron al escenario de El Bafle la noche del último jueves de octubre, demostrando pese a su juventud, tal y como se decía en los años noventa, estar más que preparados para ello. Ser unos auténticos JASP, jóvenes aunque sobradamente preparados para todo lo relacionado con hacer música en directo: para enfrentarse a lides ya como la presente, defender su primer CD ante decenas de personas, o para envites mayores, empresas que, a tenor de lo visto, más temprano que tarde se verán abocados a afrontar. Algo que, por otra parte, lejos de nuestra tierra han acometido ya.
El concierto, segundo de los ofrecidos por la banda en los últimos meses en Iruñea, se centró en la puesta de largo de los temas de su laureado primer CD, quedando encendida la mecha con la interpretación de Sometimes: tema que, sobre una base rítmica realmente sólida, al igual que sus compañeros de camada (destacando entre los mismos, cómo no, Fireworks, el primer single), lució perfectamente nutrido, facturado y presentado; lo mismo que los restantes temas de un repertorio cuyas canciones se sucedieron sin dilación, haciendo gala en conjunto de unas melodías ricas en magnetismo, fuerza y frescura: muy influenciadas por las de los neoyorquinos The Strokes, los tejanos Midlake o los ingleses Arctic Monkeys, pero denotando marchamo propio. Tener capacidad la banda para hacer fácil lo realmente difícil, disponer con su primer disco no ya de un sonido propio o propiamente definido, sino demostrar sonar con personalidad. Y con autoridad. Tener arte para ello unos músicos que, denotando remar todos con idéntica fuerza y en la misma dirección (con menciones especiales para el baterista, qué gran derroche el suyo, físico y artístico, y para el teclista y ocasional percusionista, una mano a las teclas y la otra a las baquetas -en numerosas canciones-), dijeron cuanto tuvieron que decir con sus instrumentos, demostrando seguridad y convicción y dejando entrever asimismo lo siguiente: estar muy rodados, perfectamente empastados, transmitiendo la sensación de encontrarse en el camino correcto? y saberlo. Ser consciente de ello. Saber los cinco a qué juegan y en qué liga quieren jugar. Y en qué categoría están llamados a hacerlo si logran lo más difícil ahora mismo, mantener el corazón caliente, las cabezas frías y los pies en el suelo: en primera división.
Tras la consagración de Vetusta Morla en la categoría de oro del indie pop estatal, la revelación del género se llama actualmente Polock, banda de meteórico devenir cuya evolución en los últimos meses se pudo seguir nuevamente en la ciudad. Bien, los de Valencia. Si nada se tuerce, cuantos asistieron al presente concierto, cuando acudan a ver a Polock sobre escenarios grandes (cuestión de poco tiempo, pensamos al respecto) podrán presumir de haberlos visto en locales como El Bafle, en verdad.