Dieciocho años de metal y si algo habéis demostrado con 'Amnesia' es que no hay óxido por ningún lado...
-Es lo que siempre hemos tratado de hacer... Nosotros mantenemos la misma ilusión de los primeros días y creo que así debe ser. Y por eso, al margen de que creo que el grupo se encuentra en su mejor momento, viene lo de Amnesia. Nosotros simplemente hacemos música y queremos hacerla de la mejor manera posible y con la mayor ilusión; y todo eso se refleja en los discos... No hay mucho más secreto.
-Un gran momento el que vive Hamlet que sirve para refrendar la apuesta que hizo la banda por su forma de entender la música y defenderla, algo que ahora puede parecer normal pero que en su día parecía una aventura de locos.
-Nosotros no nos hemos parado a pensar demasiado en eso, no hemos mirado mucho más allá de lo que hacemos o de lo que tenemos... Sabemos dónde estamos ahora, tras los cambios que hubo en el grupo, y esa es nuestra historia. Por otro lado, el día que no tengamos este rollo actual o esa ilusión por seguir demostrando y haciendo cosas, se perderá la esencia de Hamlet.
-¿Era necesaria la crudeza de 'La puta y el diablo', vuestro anterior disco, para llegar a este nuevo álbum, mucho más melódico, 'syberiano' e 'infernal'?
-Sin duda alguna. Nosotros planteamos cada disco pensando y mirando lo que hemos hecho anteriormente. Si nosotros veníamos de La puta y el diablo, siendo Hamlet, no íbamos a repetir un disco de esa forma, ya que, además, era un álbum más alejado de nuestro sonido habitual, más instrumental y complejo. Repetir y repetir no entra en nuestros planes, y seguramente el próximo álbum también tenga algo diferente.
-¿Qué ha pasado con Molly en este compacto para que diera rienda suelta a una versatilidad vocal casi desconocida en los trabajos anteriores de Hamlet?
-La puta y el diablo era un disco que prestaba menos ocasiones para trabajar las voces, ya que era mucho más instrumental, como ya he apuntado antes. Y por eso precisamente sabíamos que Amnesia debía ser de una manera que nos permitiera tratar muchísimo más las voces y volver a recuperar un poquito esencias anteriores. Lo que sucede es que, al margen de la diferencia que pueda haber entre los dos álbumes, viniendo de La puta y el diablo se nota muchísimo más el trabajo de voces. Hemos ahondado en ello, hemos hecho armonías y jugado con los guturales, que en cierta manera hemos recuperado. Estamos muy contentos y queríamos hacerlo así.
-En una gira europea como la que realizasteis junto a Sepultura se tienen que aprender muchísimas cosas. ¿Qué de lo aprendido se ha visto reflejado en este último compacto?
-Sobre todo plasmar lo que nosotros hemos querido siempre o hemos intentado: ser lo más profesionales posible. Cuando te embarcas en una gira de este calibre, que para nosotros fue un sueño, y ves la profesionalidad de los grupos, tanto por parte de Sepultura como de Crowbar, cómo rueda todo, cómo trabaja todo el mundo..., se convierte en un espejo para nosotros, ya que siempre hemos querido llevar ese camino. Y la verdad es que estar presente en giras de ese calibre y con grupos de ese nivel siempre es para aprender... Esto de la música es para aprender siempre, hasta el día en que te mueras seguirás aprendiendo y se quedarán muchas cosas por el camino porque esto es un aprendizaje continuo.
-No es habitual oír a los músicos, como es vuestro caso, decir que han disfrutado del proceso de grabación. ¿Quizá esa sea una de las claves para lograr un resultado como 'Amnesia'?
-Yo, en los estudios, no es que lo pase muy... Prefiero los directos. Pero las canciones te dan un feeling, y el que nos dieron las de Amnesia era especial, así se ha demostrado después con la gente, y eso también te hace a ti disfrutar. Es algo que hemos hecho con todos los discos, pero supongo que coges más rollo a unos que a otros. Además, en esta ocasión, el trabajo en el estudio, con el productor Carlos Santos, ha sido súper cómodo. La verdad es que ha venido todo rodado, se han juntado los elementos en este álbum para que, al final, saliera de esta manera.
-Precisamente, ¿qué tal le ha sentado, visto desde dentro, el frío escandinavo a calor de las últimas composiciones de Hamlet?
-Fredrik Nordström (guitarrista de Dream Evil y productor de bandas como In Flameso Arch Enemy), el productor que ha mezclado y masterizado el álbum, ha sido un acierto total. Nosotros conocíamos sus trabajos y nos encantaba porque es muy cañero, muy potente y ha sabido sacar esa contundencia, ese sonido nórdico. Contactamos con él, le encantó la historia y vimos que era posible hacerlo... Por eso digo que se han juntado todos los elementos para el que álbum saliera así.
-Ésta 'Amnesia', ¿hace referencia a lo que se olvida o a lo que se quiere olvidar?
-Hace referencia a que, a lo largo de nuestra carrera, siempre ha habido gente que olvida fácilmente cosas que tenía muy presentes. Por eso es más bien una amnesia provocada más que natural.
-Al margen de olvidos, a Molly habrá que colocarle el título de adivino tras escribir meses antes del 15-M la canción 'Mundo en pausa'.
-Nosotros grabamos en febrero (de 2011), pero los temas estaban escritos mucho antes. Fue un tema que escribí basándome en la inquietud que tenía la gente antes del 15-M, ya que protestaba con más frecuencia, no se conformaba... Y todo eso luego coincidió con el movimiento.
-Es una canción arquetípica de Hamlet en el sentido de acción-reacción.
-Eso es lo que queríamos transmitir, presentar la realidad que tenemos para darnos cuenta de lo que debemos hacer. n