En la toma también aparece Vittorio, fotógrafo al que da vida Simone Càstano, y Pedro, representante del jugador, al que pone rostro Pedro Broffman. La escena, clave en la película, se graba en el Palacio del Condestable de Pamplona, en uno de los salones del primer piso, y el silencio es escrupuloso a pesar de las numerosas personas que hay en la sala. Algo a lo que no está muy acostumbrado el equipo de la película Blue Lips, que desde el día 6 de julio rueda en Pamplona en medio de una vorágine de caos e imprevistos característicos de los Sanfermines.

"Por lo general, en los rodajes se tiene todo muy controlado, quiénes pasan y quiénes no, y acá no puedes controlar nada. Lo mejor que se puede hacer es pasar desapercibido e intentar realizar las escenas entre la gente como se puede". Así se expresaba ayer la argentina Candela Figueira, quien junto a la navarra Maitena Muruzábal dirigen Cronopia Films, productora de este original largometraje dirigido por seis realizadores. Antes de trasladarse al Condestable, uno de los pocos sitios tranquilos donde rodarán estos Sanfermines, el encierro en su tramo por Santo Domingo se convertía en escenario de la filmación. "Estas escenas, como la del encierro o el chupinazo, salen súper bien porque a nadie le importa nada que estés haciendo una película", asegura Figueira. Sin embargo, hay otras que resultan más complicadas de grabar y es necesario repetirlas para obtener el resultado previsto. "Una de las escenas la rodamos en la Estafeta, y la gente venía, se paraba, se cruzaba, miraba... algo lógico. Entre que preguntan y pasan ya están en el plano, y es difícil controlar a la gente", indicaba Figueira, quien añadía: "Todo está muy preparado con los realizadores y con los directores de fotografía, el objetivo de cada escena, lo que quieren y cada plano, pero estamos abiertos a adaptarnos a lo que pasa. Si aparece un grupo de gente que está de fiesta y entra en la película pues mejor. Hay muchos extras improvisados".

Blue Lips es un atrevido filme colectivo que narra la historia de seis personajes, dirigidos cada uno por un realizador, que proceden de diversas partes del mundo y que, por un motivo u otro, se encuentran en Pamplona durante San Fermín. Sus historias, con mayor o menor intensidad, acaban entrelazándose en una ciudad absorbida por la fiesta y el caos. Y es que "San Fermín es tan espectacular que queda muy bien en cámara, es impresionante e imposible de recrearlo", reconoce Candela Figueira. Hasta el momento, el rodaje de la película se está centrando en los exteriores, con escenarios tan emblemáticos como Navarrería, el Ayuntamiento, Santo Domingo, el Condestable, el Caballo Blanco, la plaza San José o la Catedral. Más adelante, se filmará en la plaza del Castillo y "en varias callecitas" de Pamplona, mientras que las escenas interiores en pisos, hoteles u hospitales tendrán lugar del 15 al 25 de julio, fecha en la que el filme concluirá su periplo por Pamplona. Posteriormente, la historia se trasladará al lugar de origen de los personajes, como Matera (Italia), Los Ángeles, Honolulu (Hawai), Río de Janeiro y Buenos Aires.

Julieta Lima, directora argentina afincada en Los Ángeles, es una de las realizadoras de Blue Lips. Dirige la historia de Malena, una joven de Buenos Aires de 20 años aquejada de una enfermedad que recibe tratamiento en Pamplona. Para Lima, la experiencia de rodar en la capital navarra durante los Sanfermines "está siendo increíble" y destacaba ayer la "amabilidad de la gente, que quiere que la película salga bien. Es un placer filmar así", señalaba. Por su parte, Malena Sánchez, la joven actriz que encarna al personaje del mismo nombre, hacía un paralelismo entre la historia de la cinta y las fiestas. "En la película personajes de diferentes países se unen en San Fermín. Es lo que ocurre en estas fiestas: vas caminando y escuchas idiomas de todo el mundo. Es increíble rodar acá", observaba.