l El bótox también marca a las actrices jóvenes. Actrices como Meg Ryan, Sharon Stone o Nicole Kidman lamentan haberse sometido a tratamientos de belleza para rejuvenecer, ya que estos han hecho estragos en su físico. Pese a que algunas de las intérpretes más veteranas de Hollywood han denunciado las consecuencias negativas que tiene el abuso del bótox, otras jóvenes promesas no están dispuestas a aprender de sus predecesoras y cada vez son más precoces a la hora de infiltrarse bótox. La cantante Miley Cyrus no ha dudado en probar sus efectos. La niña de la factoría Disney ha dejado de preocuparse por el acné juvenil y ahora son las arrugas las que se ha convertido en su principal obsesión. También Lindsay Lohan ha recurrido en los tres últimos años al ácido hialurónico, intentando eliminar de su cara los excesos que ha cometido y recuperar la frescura.