pamplona. Dentro del programa DanZ, Civivox Iturrama acogerá hoy la actuación de la compañía Jeunes Danseurs du VM Dance Studio de Toulouse, en la que la pamplonesa Eukene Sagüés Abad ejerce de primera bailarina. Para la joven, actuar en casa siempre es "muy gratificante" porque puede mostrar a su entorno los espectáculos que ha montado en la distancia y porque "es una manera de compensar el apoyo que recibo de todos los navarros y navarras a través de las becas del Gobierno", contribuyendo, de paso, a que la danza guste cada vez más, lo que no resulta fácil, porque, como dice, "la verdad es que al lado del deporte, el aprecio es mínimo".

En cualquier caso, Sagüés, de 16 años, se muestra encantada de estar en su tierra y con su gente, a la que echa "mucho de menos", sobre todo a sus padres, a su hermana Ane y a su cuadrilla, a los cita "como homenaje": Irati, Irkusne, Leyre, Maddi, Elisa, Ainhoa, Iker, Kevin y Lucas". Y también añora practicar el euskera. De todos modos, aunque tiene la sensación de que "la adolescencia es mejor pasarla en casa", ella no pudo hacerlo y lo acepta, "así tenía que ser". Y así es desde hace 2010, cuando entró a formar parte del VM Dance Studio que dirigen Matthew Madsen y Vincianne Ghyssens. "Llegue a esta escuela por casualidad, me dieron un premio en Biarritz, al que me presentó Uxua Bonafonte, mi profesora de la Escuela Navarra de Danza, que consistía en un cursillo en el estudio durante una semana". Y hasta hoy, "les gusté, me gustaron... y me quedé", cuenta la bailarina, para quien lo más importante de este centro es su "punto humano". "Trabajan desde el apoyo al talento individual e intransferible de cada persona, de cada bailarín, de cada bailarina".

Según comenta, la filosofía de los dos maestros se resume del siguiente modo: "Vuestro movimiento -el de cada uno de vosotros y el de cada una de vosotras- es bello porque lo lleváis dentro, lo tenéis desde siempre y nosotros os ayudamos a sacarlo al exterior". En esta escuela "somos una gran familia, la formación es muy completa y se respeta nuestro cuerpo y nuestros límites", agrega Egüés, consciente, asimismo, de que para lograr un buen nivel, se requiere de "entrenamiento y disciplina" y, en definitiva, de trabajar "con el cuerpo y con mucha cabeza". Pero "son sacrificios que se hacen con gusto"; no en vano, "para aspirar a formar parte de una compañía profesional tienes que trabajar mucho porque no hay tantas posibilidades de salir adelante". Esta apasionada de la danza clásica y neoclásica lo sabe y practica nada menos que ocho horas al día. Además, en sus ratos libres suele tocar el violín y le encanta bailar salsa y capoeira. Ahora mismo vive sola en Toulouse y, aunque este año ha tenido que aparcar en Bachillerato por falta de tiempo, intenta estudiar y estar en contacto con la vida real y con lo que sucede en el mundo. "Suelo llamar muy a menudo a mi aita para que me hable de cosas que a veces no entiendo a nivel social, político o filosófico, nos pegamos mucho tiempo charlando", apunta la joven. En cuanto al futuro, sus mayores expectativas consisten en "realizarme como persona, tener una vida plena y llena de felicidad y salud, y si puedo lograr todo a través de la danza, ya sería la bomba".

espectáculo Respecto al espectáculo que pondrá en escena junto a sus compañeros hoy en Pamplona, Sagüés señala que se compone de cuatro ballets neoclásicos con "puntos cómicos, románticos, más estéticos...". Sus títulos: Che tango Che, "coreografía romántica" con música de Astor Piazzolla; Multisport, un "guiño humorístico a distintas disciplinas deportivas"; Brel et Piaf, en el que cada bailarín ha creado su personaje a partir de su personalidad, y Mooves, un ballet "muy puro" que muestra la belleza y plasticidad del cuerpo humano.