manu Etxarri (teclados y programaciones), The Commander (batería), Matxet (voz y programaciones ), Kapitan Etxarri (guitarra) y Margarita Andereñoa (voz) conforman una de esas raras avis que de vez en cuando surgen en la escena musical de Euskal Herria. Curtido en grupos como Jousilouli o NaizRosa, Matxet fue quien se presentó en la vieja Iruña para ofrecer las claves de esta aventura bailablemente electrónica.
-Antes de atacar el disco, ¿cómo evoluciona un músico para saltar de grupos de metal o de rock a uno de música de baile?
-Matxet: A todo el mundo le gustan diferentes estilos de música. De hecho, hay bastantes grupos de los que nos gustan que antes tuvieron un pasado como hardcoreta o metalero y ahora se han metido al rollo electrónico o de baile. Nosotros hace años que queríamos hacer algo así; si te fijas en los grupos que yo he estado, Jousilouli y NaizRoxa, siempre ha habido un guiño a este estilo. Era algo que tenía muchas ganas de hacer y que, además, veía como un reto: hacer música que no fuera tan cañera pero manteniendo la misma tensión y la misma actitud. En este sentido, somos un grupo de rock que quiere ser un grupo de música disco, y quizá sea eso lo que nos diferencia del resto de propuestas electrónicas o de música de baile. Por ejemplo, ahora está de moda el rollo electrónico medio indie, y algunos de estos grupos nos gustan, pero realmente no tenemos nada que ver con ellos.
-Una diferencia fundamental, ya que provoca que haya un porcentaje amplio de partes 'tocadas', no programadas, y que, por ejemplo, aparezcan con fuerza las guitarras eléctricas, provocando cierta heterogeneidad entre los temas.
-Es que no somos un grupo de electrónica-electrónica. El disco tiene su importancia pero no somos como Justice o Prodigy. Pegamos a mucho palos y eso hace que haya canciones muy diferentes entre sí, como zatoz hona, que es la más electrónica y con voces soul, frente a Otsoaren deia o Burumakur bakartien maskarada, que quizá siguen el rollo de lo primero que sacamos (la maqueta), y son más guitarreras. Pero, en general, creo que es un disco muy bailable.
-¿El objetivo es que la gente baile?
-Sí, que baile, con sentido o sin sentido, pero que baile y se lo pase bien en los conciertos.
-En cuanto a los directos, ¿es notable la diferencia de lo que se escucha en los mismos frente a las pistas del álbum?
-Sí, porque somos un grupo de directo y se nota de dónde venimos. En el disco hemos buscado que sonase todo bien, pero sin pasarnos, porque hemos intentado hacer buenas canciones. El directo ya es otra cosa... Nosotros venimos de hacer el quinqui, y eso es algo que llevamos en la sangre y que siempre llevaremos.