Patrón del sarcasmo y la ironía concierto de javier krahe
Fecha: Sábado, 15 de diciembre. Lugar: Auditorio Barañáin. Intérpretes: Javier Krahe a la voz y a la turuta -ocasionalmente-, acompañado por Fernando Anguita, al contrabajo; Javier López, a la guitarra, y Andreas Prittwitz, al clarinete, a la flauta y al saxo. Incidencias: Presentación de 'Toser y cantar', último CD publicado por el artista. Buenísima entrada, casi lleno. Hora y media de duración, bises incluidos.
RIMANDO versos en consonante y disonante (en lo referido a su contenido respecto a los distintos discursos del Poder), como si de un Quevedo de los siglos XX y XXI se tratase; haciendo gala una vez más de su intrínseca condición de cáustico, mordaz y socarrón quijote -en pertinaz batalla contra todo tipo de reverencias y sumisiones-, Javier Krahe completó prácticamente el aforo del Auditorio, cosa que nos alegró, consiguiendo que el respetable pasara una buenísima tarde. Un público que, sobradamente conocedor del artista al que fue a ver, en todo momento se mostró predispuesto, receptivo y cómplice. Normal -tratándose de quien se trataba-, palpándose en el ambiente en los momentos previos al show la inminente materialización del sarcasmo y la ironía igual que la de la inmediata fiesta el 6 de julio en Iruñea, momentos antes de las 12.00 del mediodía.
Siete largos años después de que visitara la vieja sala Artsaia, cual si de un juglar en el ágora del pueblo se tratase, el legendario cantautor dio inicio a la exposición de sus cantares con La criptonita, ofreciendo acto seguido En la costa suiza, antes de despachar un tema inédito y un primer botón de muestra del CD que se presentaba, Ay democracia!: composiciones todas ellas que, al igual que cuantas sonaron, maliciosamente ricas en dobles sentidos y librepensamiento socarrón; concebidas sobre sardónicas historias ricas en realidad y surrealismo, demostraron ser lucidos y lúcidos tratados con forma de canciones. Y así fueron saludadas y premiadas, con fortísimos aplausos. Unos temas, según tuvo a bien explicar el autor, inspirados por los más diversos e incluso descacharrantes e histriónicos motivos, dando lugar a un repertorio que derrochó? agudeza y talento, en dos palabras. Y dicho esto hablando ya de las canciones ofrecidas, ya de los impagables momentos protagonizados por Krahe entre interpretación e interpretación, dignos de El Club de la Comedia; mostrándose como un híbrido de inspirado analista, humorista y pensador. ¿Las mejores interpretaciones, a juzgar por cómo fueron recibidas? El 2 de mayo, Diente de ajo (presentada como canción protesta), Vecindario, Fuera de la grey (respuesta musical del artista a sus, según él, últimos incordios, que no problemas, con la justicia) o Eros y civilización, única basada en hechos ficticios -según apuntó- y última antes de los bises; de la interpretación de dos más que celebradas: Piero Della Francesca y La Yeti.
Genio, ingenio y figura, superviviente de una época en la que las canciones, fruto por antonomasia de la chispa del artista, eran portadoras de actitudes y mensajes (más que musicados caparazones vacíos pretenciosamente mercantilistas), Javier Krahe ofreció un concierto que volvió a engrandecer su leyenda, dejando claro, tal y como hemos titulado estas líneas, quién es. Qué sigue siendo, perfectamente arropado por sus músicos: el patrón del sarcasmo y la ironía; y así lo celebraron sus incondicionales, un público que siguió el espectáculo sonrisa presta en ristre -a priori-- y materializadas risas a mandíbula batiente a posteriori, iluminando sus rostros a una con su desarrollo. Después de cada interpretación, quedando todos, al igual que el firmante de estas líneas, totalmente satisfechos con la actuación.