alas puertas de hacerse por primera vez como cabeza de cartel la sala Tótem, Vendetta se volvió a encontrar con EL CAMALEÓN para responder a sus preguntas... y a las suyas propias

-El nombre de Vendetta, tal y como lo enarboló la banda..., ¿cobra ahora más sentido que nunca?

-Luisillo: Desde el principio dijimos que era una vendetta positiva; por lo tanto, sí, más que nunca.

-En una situación muy dura para la cultura, hay que sumarle la bofetada del IVA, ¿cómo la estáis sufriendo?

-Pello: Es que a mí me parece vergonzoso lo del IVA y en general todo lo que está relacionado a la cultura y a la música en este Estado. Veo que chavales de 12 años pueden ver corridas de toros en directo en la tele pero no pueden ir a una sala a ver un concierto, que es algo que les va a enriquecer a nivel cultural una barbaridad. Me parece auténticamente vergonzosa la subida del IVA, es una barbaridad que afecta a muchos sectores pero, en este caso, a nosotros bastante más. Este es otro más del montón de baches que debemos superar; pero estamos dispuestos a ello y a seguir peleando.

-Luisillo: Es una vuelta de tuerca más para ver si te callas.

-Si el directo de Vendetta fuera una botella de ron, ¿cómo os la beberíais?

-Luisillo: A morro.

-Enrikko: Y a sorbitos, para que no se acabe nunca.

-Rubén: Entera, eso seguro.

-Javier: Pues yo en mojito.

-¿Cuál es el combustible que mantiene viva vuestra llama?

-Rubén: Es una manera de vivir que nos encanta, estamos a muerte con ella, nos ilusiona y nos hace parecer chiquillos sin serlo.

-Pello: Somos obreros de la música y eso te hace valorar qué tipo de vida quieres llevar, ya que nosotros no estamos aquí para forrarnos; es algo que nos ilusiona un montón y vamos a seguir peleando siempre por ello.

-¿Qué tiene el escenario que lo consideráis la droga más dura?

-Enrikko: Cada concierto es un subidón de adrenalina brutal.

-Luisillo: Más que el escenario, es el feedback entre nosotros y lo que ocurre abajo, porque un escenario sin público no sirve para nada. Es subirte, que te vean todos y conectar con ellos.

-Rubén: Es un sentimiento único, puedes estar jodido, con dolores de todo tipo, pero durante la hora y media del concierto no te duele nada, todo se para y todo merece la pena por esa hora y media.

-¿Por qué seguir peleando?

-Luisillo: Porque hemos decidido que esto es nuestra vida y no queda otra.

-Pello: Y porque da la sensación de que cada vez hay menos que perder y muchísimo más que ganar. Hay que enfocarlo todo desde un punto de vista positivo, nosotros lo hemos hecho siempre así y lo seguiremos haciendo con la esperanza de que todo, todo, lo podemos cambiar. A eso hay que agarrarse y seguir luchando por ello.

-Luisillo: Cuanto más duras sean las condiciones, más dura tiene que ser tu pelea.

-¿Qué veis cuando miráis hacia delante?

-Luisillo: Mucho futuro, pero no solo nuestro, global también.

-¿El infierno siempre está presente?

-Enrikko: El infierno es un invento, es miedo que nos quieren meter.

-Pello: Por eso lo colocamos en el título de nuestro segundo disco, para romper con las connotaciones que tenía esa palabra. Y a raíz de ese álbum, que fue un punto de inflexión, le tenemos mucho cariño a ese concepto, ¡viva el infierno!

-Javier: El infierno es un buen sitio para vivir.

-¿Qué significa para Vendetta el concierto de mañana en Tótem?

-Javier: Es una prueba de fuego, ya que se trata de la primera vez que vamos a hacer un concierto en Iruña, en sala...

-Luisillo: Y es la presentación en casa, y a los de casa se les tiene más respeto que a nadie.

-Rubén: Es una responsabilidad, es una ilusión, es una gozada. Luego ya veremos el resultado, pero si la gente responde, será la hostia.