barcelona. El Museo Picasso de Barcelona acoge hasta el 1 de septiembre la primera gran exposición monográfica dedicada a autorretratos de Pablo Picasso, con 90 obras que abarcan 77 años de la vida del artista.

La muestra se ha titulado Yo Picasso. Autorretratos y se ha diseñado de manera que se puede apreciar tanto la evolución artística de Picasso, desde sus inicios más académicos, la época azul, el cubismo o el surrealismo, como "la aventura humana detrás del artista", en palabras de Vallès. El recorrido se inicia con un óleo que pintó el artista malagueño a los 13 años, una de las pocas obras en la que intentó reflejar su fisonomía, ya que a partir de este momento "eludió representar su imagen real" y se representaba con un rostro más enjuto o disfrazado, como en un autorretrato con peluca, entre otros ejemplos.

En sus autorretratos, que muestran a Picasso trabajando o en su vertiente más bohemia, se aprecia "la voluntad de crearse una imagen como artista", según indicó la otra comisaria, Isabel Cendoya. Entre los años 1907 y 1917, casi no hay pinturas o grabados que sean autorretratos del pintor, pero en cambio hay numerosas fotografías que podrían considerarse autorretratos porque, aunque Picasso no disparase el objetivo, fue quien pensó la composición y la escenografía. A finales de los años veinte, el pintor malagueño se representó de perfil o como una sombra, en unas obras que reflejan sus problemas amorosos de la época. Al final de su vida, entre los 86 y los 90 años, el artista malagueño pintó dos series de 500 grabados, en algunos de los cuales, se autorretrata como voyeur de escenas eróticas. Sobrecoge la obra que cierra la exposición, un autorretrato de 1972, en el que su rostro está "devastado por el paso de los años", con "la mirada de la muerte".