'Pecha Kucha Night', volumen 1
el bar txintxarri acoge este jueves un nuevo evento en el que creadores diversos tendrán unos minutos para contar sus ideas al público
E L nombre suena raro. De eso no hay duda. Pero también sugerente. En realidad, pecha kucha deriva de un término japonés que imita el sonido de una conversación, algo así como el bla bla bla del español. No en vano, esta iniciativa va de hablar y de escuchar. De contar y de debatir. Lo de night es lo que parece, noche. Así, Pecha Kucha Night es un encuentro entre creadores y público que se celebra ya en 500 ciudades del mundo y que este jueves, día 6, llega por primera vez a Pamplona, concretamente al bar Txintxarri (c/ San Francisco, 26), donde ocho profesionales del mundo de la arquitectura, la gastronomía, las artes plásticas, el audiovisual o el diseño dispondrán de un tiempo limitado, exactamente 6 minutos y 40 segundos cada uno, para exponer sus ideas. Una ronda dinámica donde no cabe divagar y que se completará con una reunión final con los espectadores al mismo nivel, de tú a tú, tomando una cerveza o lo que se tercie con la intención última de tejer una red de contactos entre agentes creativos de distintos sectores, enriqueciendo, de paso, la vida de la ciudad.
La cita desembarca en la capital navarra de la mano de Lilia Aizkorbe Gómez, Ioar Cabodevilla Antoñana y Xabi Urroz Zabalza. Los tres han estudiado en la Escuela de Arquitectura de la Universidad del País Vasco en San Sebastián y durante la carrera asistieron a varias entregas del Pecha Kucha Night de Donostia, donde ya han rebasado las diez ediciones. El programa lo organizaban desde su facultad, de modo que tuvieron la ocasión de conocerlo de cerca e indagar en su origen. En concreto, el concepto se les ocurrió a Astrid Klein y Mark Dytham, de Kelin-Dytham Architecture (KDa) en 2003 en Japón, con el propósito de promover una rápida sucesión de ideas en un ambiente relajado, promoviendo el intercambio y la generación de nuevas propuestas interdisciplinares. Desde entonces, ha ido sumando adeptos hasta alcanzar medio millar de urbes en todo el planeta. "Nos gustó desde el principio y al volver a Navarra después de los estudios vimos que aquí también podía encajar", comenta Xabi. Convencidos, los tres se pusieron en marcha en las Navidades pasadas, contactando con la plataforma original y pidiéndoles autorización para usar su marca, "que está registrada", apunta Lilia, que añade: "Les contamos nuestras motivaciones y como vieron que íbamos en serio y que cumpliríamos con el formato y otros requisitos, nos dijeron que adelante".
El formato es lo más característico del encuentro. Todos los ponentes deben ajustarse al 20x20 o, lo que es lo mismo, 20 diapositivas a 20 segundos cada una, lo que suman 6 minutos y 40 segundos. Ni más ni menos. Otra de las condiciones es que el acto se celebre en un contexto distendido. "Puede ser un bar o una casa de cultura, pero hemos optado por el primero porque nos parecía más informal para que la gente se animara", indica Ioar. "Por eso hemos elegido también el jueves para empezar, porque ese día sale mucha gente joven y puede que les interese hacer algo distinto", dice Lilia. "El formato es muy ameno y nadie se aburrirá", coincide su compañera.
Respecto a los primeros ponentes, Xabi reconoce que para el estreno han tirado de amigos y conocidos, pero como "la intención es celebrar varios volúmenes al año", están abiertos a todas las peticiones, procurando siempre que haya diversidad de disciplinas. "La mayoría de los que van a participar esta vez nos dijeron que sí enseguida, otros prefirieron no estar en la primera edición, pero sí asistirán para ver cómo se desarrolla", y seguro que se animan para la siguiente, quizá a finales de año. "Nuestro objetivo es mezclar creadores emergentes con otros consolidados", de modo que unos aprendan de otros y los círculos creativos de la ciudad, "a veces muy herméticos", se abran para urdir una estimulante trama de relaciones.