Síguenos en redes sociales:

"Seguramente lo más duro de este trabajo es aguantar un ritmo siempre alto"

Desde el 21 de junio Baluarte acoge el musical de 'La Bella y la Bestia', una historia mágica tras la que se encuentran profesionales con mucho talento. Uno de ellos es Ignasi Vidal, que compagina su faceta de actor con la de escritor y músico. Una bestia que va más allá del escenario

"Seguramente lo más duro de este trabajo es aguantar un ritmo siempre alto"Mikel Saiz

Pamplona. La lista de musicales en los que ha actuado parece no tener fin, ¿La Bella y la Bestia

Es uno de los grandes títulos de musical de los últimos años, así que ya solo por eso es especial. Poder hacer este papel es un gran escaparate para un actor. A él accedí a través de una audición y, aunque no llevaba especialmente tiempo detrás del papel, sí que era uno de los títulos que me hacía ilusión representar y así ha sido.

¿Representar una historia tan conocida es una ventaja o un inconveniente?

Es una ventaja. De hecho, no sé que inconveniente puede tener. Sobre todo teniendo en cuenta que cuando viene a ver la función, el espectador sale con la sensación de haber visto algo más importante que la película.

Lo decía porque igual le limitaba un poco a la hora de tener libertad para guiar a su personaje.

No, en cuanto se sienta en la butaca se convierte en un espectador permisivo y con ganas de ver esa historia pero contada de otra forma. Al menos es la sensación que tengo. No me ha limitado, yo he hecho una interpretación del personaje a través de mis propias deducciones, de mi propia investigación.

Este martes sufrieron un fallo con la pirotecnia que terminó con seis espectadores heridos, ¿cómo lo vivieron desde dentro?

Con preocupación porque lógicamente no estamos acostumbrados a que ocurra nada así y menos con las medidas de seguridad que se tienen. Lo que hace el equipo técnico y el cuidado que tienen con este tipo de efectos es enorme. A mí me parece increíble que haya sucedido.

Pero pasó.

Sí, pero mira, este es el cuarto montaje grande que hago con esta empresa y creo que, a excepción de en el primero, en todos los demás se utilizó este tipo de recursos. Normalmente estamos tranquilos en el sentido que solo se utiliza fuego blanco, que no quema, lo que pasa es que la carcasa sí. Es la primera vez que yo veo un accidente de este tipo, se tienen unas medidas de seguridad extremas. Falló una tuerca y eso puede pasar en una probabilidad de a lo mejor una entre 50.000 o 200.000. El fallo con la pirotecnia fue una desgracia pero, desde luego, no una imprudencia.

El teatro es lo que tiene, ¿no?, que está muy vivo.

Si, han pasado muchas cosas en todo este tiempo. Algo que destacaría de este musical en sí es la capacidad de encontrarnos con situaciones nuevas e inesperadas sobre escena. No me refiero al incidente con la pirotecnia, que en sí ya es una anécdota y seguramente sea de las que más recordaré, sino a que ha pasado de todo, desde que algún niño me haya dicho la siguiente réplica desde el público hasta hacerme gracia cualquier situación que hacemos continuamente, pero igual ese día el actor la lanza con una intención un poco más aguda y no lo puedes evitar.

Pasa una hora maquillándose para conseguir transformarse en Bestia, ¿se hace muy duro?

Bueno, forma parte del trabajo. A estas alturas no es lo más pesado, seguramente lo más duro de este trabajo es aguantar un ritmo siempre alto y llegar al último día de la semana con la misma energía que el primero, porque el público que ve la obra paga lo mismo el primer día que el último.

¿Hay algún musical en el que le haga especial ilusión interpretar un papel?

Tengo la suerte de que los tres musicales que más me gustaban, Rent, Jesucristo Superstar y Los miserables, los he hecho ya y por suerte ahora repetiré en Los miserables. Es algo que ha sido inesperado, de repente otra vez vuelve esta obra que, además, va a estar aquí en Pamplona. Guardo mi libreto y mi partitura como oro en paño, estoy súper ilusionado. Es como un reto volver a hacer un papel que hice y casi lo encaro con más ilusión que la primera vez.

¿Es una persona de rituales?

No. Solo escucho un poco Bruce Springsteen siempre antes de salir.

Un clásico.

Sí, los 70 a tope. Creo que no hay nada después del 85 que me acabe de convencer. Hay cosas, pero no mucho. El hombre que hizo el mástering de mi disco trabajó al menos en 15 o 16 discos de Dylan y en algunos de Springsteen. Tenía claro que íbamos a por él. Nos costó la vida, pero al final lo conseguimos.

Sí, porque además de actor es escritor y músico, ¿cómo lo compagina todo?

Prácticamente no tengo tiempo para nada. Sacamos el disco en noviembre y espero poderle dedicar un poco de tiempo a mi banda. De momento estoy con la promoción del libro, escribiendo una novela para el año que viene, tengo las promociones con el grupo y además la gira. Lo que ocurre es que no es algo impuesto, ese es tiempo para mí realmente.

En la grabación de su disco ha huido de discográficas y productores, ¿por qué?

Porque soy un tío conflictivo. Si algo tengo claro es que soy el compositor de mis temas. Llegamos a entablar conversaciones con alguna discográfica, pero bebo de unas fuentes muy concretas. De pequeño coleccionaba discos de Bob Dylan, alguien a quien nunca le preocupó la extensión de sus canciones. Creo que el radio fórmula se cargó la música en este país, la reventó. No significa que mis canciones en el CD duren diez minutos, pero sí las hay de cinco, que para lo que se escucha en las emisoras es muchísimo. Con respecto a los productores, claro que hay algunos con los que me gustaría trabajar, pero son un poco inaccesibles, así que me lo hice todo yo con Cesar de Cisneros y luego lo masterizamos en Nueva York con Greg Calbi, que es un genio de esto, así que no me puedo quejar. Las ventas no son como si tienes el respaldo de una discográfica detrás, pero no están yendo mal.

¿Qué más le gustaría hacer en el futuro?

Ir a la Luna. Es algo que pienso de verdad. No se, tenerla tan cerca y no poder ir... es un poco frustrante. En cuanto a mi futuro profesional mejorar en lo que hago. Ya son suficientes cosas y no se si realmente estoy capacitado para hacer algo más, ni siquiera se si lo estoy para hacer lo que hago.