A medio camino entre AC DC y Rosendo, Rienda Suelta acaba de publicar su primer álbum.

Hábleme de los inicios del grupo. Comenzaron en 2020, pero que ya se conocían desde antes…

Eso es. Conozco a La Bestia, el batería, desde siempre. Él tiene como quince años más que yo. En 2006, yo tenía una banda con la que hicimos alguna gira y algún disco. Ahí fue donde empezamos a tocar juntos y por aquella época ya hablábamos de hacer un grupo que fuera como si Rosendo cantara en AC DC. Llegamos a hacer algún tema en esa línea. Teníamos claro que tenía que ser un trío, ahí está la esencia del rock’n’roll. Los demás formatos están muy bien, pero la base de todo es un trío de guitarra, bajo y batería. Queríamos sonar crudo y necesitábamos un guitarrista adecuado. Charlie es mi vecino y en un momento dado empezamos a vernos en los bares y a tocar juntos. En 2017 le llamé a La Bestia y le dije que ya podíamos montar el trío del que habíamos hablado. En 2020, cuando la pandemia, lo pasamos muy mal porque los tres nos dedicamos profesionalmente a la música y económicamente fue un desastre, pero tuvimos tiempo para componer material. Ahí fue cuando arrancamos en serio con el grupo.

Tenían clara la formación de trío y también tenían claro que querían publicar con el sello navarro El Dromedario Records. ¿Por qué ese interés?

Así es. Somos un grupo de temas propios de Sevilla. Si para un grupo de rock de Pamplona ya es complicado salir adelante, imagínate para uno de Sevilla, aquí es todo flamenquito o derivados del mismo. Casi todos los apoyos de revistas, radios, sellos y demás van para eso; no para el flamenco, sino para el flamenquito. Somos grandes seguidores de todo lo bueno, del Robe, de Marea, de Sober, de Barricada… Conocemos el trabajo de El Dromedario y la figura de Alen, siempre lo hemos considerado como gente seria que se esfuerza en que el rock siga vivo. Son los mejores y nosotros queríamos estar con los mejores. Rienda suelta te podrá gustar más o menos, pero te puedo asegurar que lleva mucho curro.

¿Y cómo fue el acercamiento? ¿Les resultó sencillo acceder a ellos?

Tenemos muy buenos amigos, debemos ser buena gente (risas). Pudimos acceder a Alén (Ayerdi, director del sello, NdR) por varias vías: el antiguo batería de Narco; Michel, de Stafas y Canallas; Luter; Fran Mariscal, un cantautor rockero del sur que tiene buena amistad con Kutxi; Ferrán, de Exceso; los Reincidentes… Ha habido varios amigos comunes que han intervenido. Primero llegamos a Kutxi, que es un amor, te va a ayudar en todo lo que pueda, y a través de Kutxi conocimos a Alen. Les gustó el producto, les gustó la banda y tiramos para adelante.

Decía que querían montar un grupo que fue como si Rosendo tocara en AC DC, y esas son las primeras referencias que a uno le vienen a la cabeza cuando escucha a Rienda Suelta…

Sí, es que, dentro de que a todos nos gustan muchas bandas, digamos que Charlie es muy Marea, La Bestia es muy Barricada y yo soy muy Extremoduro. Son los grupos que nos han tocado por edad. Y los tres somos muy “rosenderos”, y más que “acedeceros”, diría que somos “malcolmianos”. Esa unión de todo lo que nos gusta desde siempre ha dado como resultado lo que hacemos con Rienda Suelta. Creo que hemos conseguido un toque personal, haciendo el rock’n’roll de toda la vida. También somos muy de Platero, ahora estamos tocando con La Gripe y Tú, y Platero eran muy “acedeceros”, ahí están los solos que hacía el Uoho, que era muy AC CD.

Existe el rock progresivo, el rock urbano, el rock radical vasco… Ustedes dicen que hacen rock jondo. ¿Cuáles son las características de esa nueva variedad?

No soy muy fan del rock andaluz. Lo escucho, me gusta, pero no es el que más me llena. Insisto en que lo valoro muchísimo y creo que en su época fue una revolución brutal, pero no soy super fan. Y nosotros no hacemos rock andaluz, no usamos ese punto de cadenas de acordes ni de cadencias de la voz. Por ser de Sevilla, muchas veces nos ponen la etiqueta de rock andaluz y yo creo que es rock hecho en Andalucía, pero no rock andaluz. Lo que sí tenemos en algún tema son ciertos dejes de flamenco, igual un tempo por soleá, como lo hay en Hortelano, cuando metemos el recitado de Miguel Hernández. Como te he dicho, somos el resultado de todo lo que hemos escuchado y es evidente que aquí hemos escuchado mucho flamenco: sevillanas, Camarón, Paco de Lucía, el Torta… No hemos querido tapar esa parte, que sale en determinados momentos. Nos gusta, es parte de nuestra identidad. 

El tono andaluz, más que en la música o en la voz, yo lo había percibido en el léxico que utilizan, con palabras como saetas, califato…

Claro, es nuestra forma de expresarnos. Si hiciésemos una cosa distinta, nos estaríamos cargando la crudeza de la que te hablaba antes. Queremos que nuestra música suene a nosotros en nuestro local de ensayo, y nosotros hablamos así.

"En todos los sitios en los que tocamos suelo hacer un soneto dedicado a ese lugar. Es una forma de agradecer al público"

Las letras con bastante incisivas y tocan temas que están a la orden del día: el machismo, la dureza de la vida en el campo, el racismo, la iglesia, las drogas…

Hablamos de lo que vemos. No es una protesta al uso, sino más bien nuestra propia opinión. Intentamos que todo de lo que hablamos esté documentado, no que sea en plan “me cago en el papa porque sí”. Si te tienes que cagar en el papa, o más que en el papa, en la iglesia, explicar que es porque se llevan dinero o lo que sea. Seguimos componiendo temas, en los nuevos hemos tocado el tema de la monarquía, por ejemplo.

Algunas letras, como la Turulo, es muy explícita y eso llama la atención en tiempo de corrección política. ¿Aplican algún tipo de autocensura?

No, nos solemos auto censurarnos. Por ejemplo, no me gusta utilizar palabrotas porque sí, no suelo cagarme en los muertos de nadie si no hace falta. Prefiero más tirar de ironía y de sátira. Como no nos nace ese tipo de vocabulario, no tenemos mucha auto censura.

No tienen filtro en las palabras y tampoco en los temas, ¿no?

Eso es, tenemos bastante poco filtro. Si no, hubiésemos montado un grupo de pop.

¿Y cómo está yendo la gira? ¿Qué va a encontrar la gente que acuda al concierto del Caballo Blanco?

Está yendo muy bien. De hecho, ya estamos cerrando cosas para 2026. Tenemos muy buen rollo con los grupos con los que tocamos. Muchos son de la oficina, los hemos conocido hace relativamente poco, pero nos llevamos muy bien. Es genial estar en una oficina tan familiar y que los grupos de esa oficina sean también como parte de tu familia. El otro día me llamó El Piñas de Marea y Malaputa para decirme que no trajéramos los amplis a Pamplona, que nos dejaba él los suyos. Disfrutamos los conciertos muchísimo, somos tres amigos que nos vamos a tocar por ahí. En todos los sitios en los que tocamos suelo hacer un soneto dedicado a ese lugar. Me gusta escribir, invierto mi tiempo en eso. Es una forma de agradecer a la gente. Muchas veces llevamos a los sitios y hay gente con camisetas del grupo, se saben las canciones…