jesús Munárriz lo adelanta en el prólogo al libro: Alfonso Pascal Ros "lleva años intensificando y vigorizando su escritura, cada vez más personal y más segura de su trayectoria". El hecho es que, ya en 1993, De aquellos mares, estos sueños fue saludada como una obra realmente adulta sobre el dolor humano (entre otras cuestiones nada peregrinas) y ahora, en Principio de Pascal, el pamplonés logra redondear sus versos y convertirlos en un producto que, precisamente por ser decididamente personal, es producto tan solo en lo imprescindible.

El Premio a la Creación Literaria del Departamento de Cultura, Turismo y Relaciones Institucionales del Gobierno de Navarra concedido el pasado año a Pascal Ros por este conjunto de poemas y creaciones de gran variedad temática y estilística tiene que ser, por narices, un galardón justificado, pues el autor afina la melodía hasta el punto de dominar la ejecución de la pieza, algo difícil de lograr cuando tienes que vértelas con enemigos implacables (los de la creación más personal, sin ir más lejos).

No en vano, el deseo de Pascal Ros es, según sus propias palabras, hacer "endecasílabos con las branquias y las tripas y no versos de once, ya me entiendo" y no es menos cierto que Principio de Pascal regala poemas singulares y arriesgados e incluso juguetes relucientes como el de un once ideal de poetas según la alineación futbolística y "vuelta al 5-3-2 si aprietan mucho" pero lo más llamativo del libro reside en la tenacidad del autor a la hora de construir versos realmente precisos y que pueden ser cualquier cosa menos ligeros:

"Y al que jamás tuvo un mal día

Tú qué vas a contarle de fracasos".

Por ejemplo?

Autor: Alfonso Pascal Ros. Editorial: Gobierno de Navarra, 2013. Páginas: 74.