pamplona. La artista Zuhar Iruretagoiena presenta en el Horno de la Ciudadela una exposición en la que se acerca al psicólogo austriaco Wihelm Reich (1897-1957), discípulo de Freud, a través de una instalación escultórica y de una colección de fotografías.

Con el título Buen tiempo, buen tiempo en la vida, la exposición podrá verse hasta el 25 de agosto, según explicaron ayer en rueda de prensa el concejal delegado de Educación y Cultura del Ayuntamiento de Pamplona, Fermín Alonso, y la propia artista. El horario de la sala es de martes a viernes de 18.30 a 21 horas, sábados de 12.00 a 14.00 y de 18.30 a 21.00 horas y domingos y festivos de 12.00 a 14.00 horas. Según recoge el catálogo de la exposición, el que se acerque a contemplar esta obra verá que para la autora, "el arte se ha convertido ahora en una forma de exploración de cuestiones aparentemente ajenas al arte".

Galardonada hasta la fecha con el Premio Muro Guggenheim, el Certamen Artistas Noveles de Gipuzkoa o el Ertibil, las obras de Iruretagoiena (Zarautz, 1981) han sido expuestas en Bilbao, Basauri, Vitoria, Zarautz, San Sebastián y Nueva York, entre otros lugares. Durante la comparecencia ante los medios, la artista detalló el objeto de su obra, que surge por su acercamiento a las investigaciones de Wihelm Reich, cuyo trabajo ha calificado de "meteorología emocional". "Me embarqué en un proyecto en el que encontré los planos del acumulador de orgón", indicó y subrayó que el psicólogo utilizaba este material con fines terapéuticos. Un invento que trataba de "crear y destruir nubes". "Me pareció una idea utópica y fascinante", agregó.

instalación despiezada La primera parte de la obra de Iruretagoiena cobra forma a través de fotografías, algunas de la Fundación Reich, ubicada en Maine (Estados Unidos). Se presentan tres dispositivos para exponer una colección de imágenes de paisajes, nubes y piedras que oscilan entre la subjetividad de la artista y los documentos de archivo. Las fotografías se exhiben en unas estructuras escultóricas que permiten mostrar las imágenes cubiertas por cristales que se sujetan con imanes. El tema de las fotos recoge el momento en el que Reich, después de estudiar el cerebro humano, comienza a estudiar el cielo. El segundo acercamiento es una instalación escultórica, un despiece, una especie de desguace controlado: las seis caras de un prisma rectangular que reproducen en forma y composición el acumulador de orgonita de Reich y que aparecen desordenadas entre el suelo y la pared de la sala. Cada cara de esta obra está formada por ocho capas sucesivas de diferentes materiales, de manera que la posterior deja ver parte de la anterior, formando en conjunto una especie de passe-partout de sí mismo.