pamplona. Hace unos años, la bailaora Cecilia Gómez coincidió con Chavela Vargas en una gira y tuvo "la inmensa suerte de compartir momentos inolvidables y oír historias como solo ella las sabía contar", además del "privilegio" de asistir a sus conciertos. De ahí surgió una amistad que derivó en la idea para un espectáculo, Cupaima, nombre chamán de la carismática cantante fallecida en agosto de 2012. Un recorrido por los pasajes más importantes de su vida a través del baile flamenco que recalará esta tarde, a partir de las 20.00 horas, en el Gayarre. Las entradas cuestan 24, 20 y 8 euros.
"La idea de hacer Cupaima nace de la admiración y la fascinación que me supuso conocer a un ser tan especial como Chavela", explica Gómez, que después de Cayetana, inspirado en la Duquesa de Alba, regresa a los escenarios con esta nueva propuesta monográfica sobre una persona real. "Supone toda una experiencia compartir con tu personaje tu propio guión y saber que todo lo que va a ocurrir en escena es tan real como lo vivieron ellas", indica la bailaora, que hace un par de años viajó a México para contarle a Chavela su intención de contar su vida al ritmo del flamenco, "y a partir de ahí tuve una relación más cercana y personal hasta que nos dejó". En ese tiempo, pudo empaparse del espíritu de la artista escuchando sus palabras, no en vano "transmitía a través de su voz la sabiduría de una vida tan intensa". Para Cecilia Gómez, Chavela Vargas era "inolvidable, grande, mágica..." y, además, una gran aficionada al flamenco, según comenta. "Recuerdo una entrevista en la que decía que un buen zapateado era de las pocas cosas que la hacían llorar", indica esta profesional del baile que ha llevado a su verdad la vida de esta mujer emblemática, que "defendía su libertad y su manera de sentir". "No es una biografía, pero sí mostramos pasajes significativos de su vida", como el amor, la soledad, el rechazo, sus chamanes y, cómo no, sus largas noches de parranda, siempre al ritmo de canciones que ella inmortalizó, como Un mundo raro, La llorona, Vámonos, La noche de mi amor, Las simples cosas, La macorina, etcétera. Todos los temas sirven para describir el espacio en el que los bailarines están en cada momento.
rica puesta en escena Un espacio escénico "diferente" con pantallas que "nos envuelven" y en las que se proyectan imágenes no realistas, pero de gran colorido, que "nos llevan desde Costa Rica hasta México pasando por el jardín de Frida hasta la selva más profunda". Del mismo modo, el vestuario "nos transporta a distintas épocas" gracias al "fantástico" trabajo desempeñado por María Luisa Engel, "que ha sabido sacar partido a cada personaje, incluyendo un jorongo para el mío, que no pasa desapercibido", señala Gómez, encantada de su colaboración con el director de escena Luis Olmos. "Ha sido muy enriquecedora para mí y para mi baile; me ha enseñado un lenguaje para encontrarme con mi personaje sin abandonar mi manera de sentir", dice, y añade: "Cupaima no hubiera sido la que es sin Luis".
En cuanto a la música, la bailaora se deshace en elogios hacia Livio Gianola, director musical, porque ha creado una banda sonora flamenca en la que se integran los distintos palos con las letras de los temas escogidos de Chavela. "Su música sorprende y te cuenta cosas", indica.
artista y empresaria Para Cecilia Gómez, este es el cuarto año de su compañía, que fundó "en unos tiempos complicados para el emprendedor". "Pero creí en este proyecto y me sentí con todas las fuerzas". Como artista, ahoa se sienta "en evolución": "Siento que bailo y coreografío con otra visión; quizá meterme en la piel de otros personajes e investigando en otros sentidos musicales me ha hecho buscarme en mi propio baile para descubrir movimientos con los que antes no me encontraba. Eso me ha dado libertad y me siento más yo que nunca", concluye.