Estrellas . Bajo las Cine
Cine clásico, en versión original y al aire libre. Son los ingredientes del primer proyecto que ponen en marcha conjuntamente Baluarte y la Filmoteca de Navarra
Estos días se convertirá en un mirador privilegiado desde donde contemplar los fuegos artificiales de las fiestas. Luego pasará a ser una sala de cine al aire libre. En concreto, la terraza de Baluarte alojará los días 24, 29 y 31 de julio la primera edición del RoofTop Cinema, un ciclo que mostrará a grandes del séptimo arte como Alfred Hitchcock, Billy Wilder y Blake Edwards bajo las estrellas del cielo pamplonés.
Este programa supone la primera iniciativa en común entre la Filmoteca de Navarra y Baluarte desde que el pasado 1 de julio, y tras la extinción del INAAC, la primera se integrara en la estructura de la sociedad NICDO de la que forma parte el auditorio y que dirige Javier Lacunza. Este confirmó ayer que, aunque la situación ha cambiado, “nuestra intención es dar continuidad a los ciclos que hasta la fecha ha venido programando la Filmoteca” y, a la vez, “aportar más cosas en el sentido de que en NICDO disponemos de más personal y recursos”. Uno de esos recursos es el espacio, en este caso la azotea, donde se proyectarán tres filmes emblemáticos de la historia del cine: Con la muerte en los talones, Con falda y a lo loco y Desayuno con diamantes. Las tres, a partir de las 22.15 horas y en versión original subtitulada. Las entradas cuestan 6 euros por sesión o 15 si se compra el abono para todo el ciclo y el aforo gira en torno a las 120 plazas.
una iniciativa internacional RoofTop Cinema es idea de Alberto Cañada, responsable de la Filmoteca, encantado de poder aprovechar un espacio “tan goloso” como la terraza de Baluarte para poner en marcha una iniciativa con la que Pamplona se convierte en la primera ciudad del Estado en sumarse a una iniciativa que nació hace unos años en ciudades como Nueva York o Londres. Como anécdota, se da la circunstancia de que el pasado 15 de junio se proyectó en Brooklyn la ópera prima de Óscar Alegría, Emak Bakia. Estas citas se suelen caracterizar por proyectar películas en lo alto de los edificios “y muchas veces son un encuentro entre cinéfilos”, aunque en este caso pretende enganchar a públicos de todos los perfiles, de ahí que se hayan elegido títulos populares “que enganchan fácilmente” por su ritmo y argumento.
En las sesiones programadas en el auditorio pamplonés se instalará un proyector, una pantalla y sillas con capacidad para más de un centenar de personas que dispondrán de servicio de bar, al que podrán acudir sin problema durante el filme, “ya que no se exigirá tanto rigor como en una sala normal”, apunta Cañada, que con esta propuesta viene a llenar el vacío de programación que deja la Filmoteca entre el 30 de junio y el 1 de septiembre.
Conociendo como conocen esta tierra, tanto Lacunza como Cañada anunciaron que si el tiempo no acompaña, las proyecciones se trasladarán al interior del edificio, concretamente a la sala anexa, donde cada día se habrá preparado una pantalla por si acaso. Y advierten al público de que lleve ropa de abrigo porque, incluso en pleno mes de julio, nunca se sabe.